Çolak no ha gozado de la confianza plena de los tres técnicos que ha tenido desde que llegó a A Coruña, pero sí que es cierto que se ha mostrado como un futbolista a prueba de lesiones. En los 55 partidos de Liga que ha jugado el Dépor desde que él forma parte de la plantilla, nunca se ha perdido un encuentro por estar en el parte de bajas. En su primera temporada se quedó en la grada en Balaídos por motivos disciplinarias y solo en cuatro partidos ni siquiera salió del banquillo. En este ejercicio estuvo fuera en dos encuentros, uno por estar sancionado ante el Madrid en la jornada inaugural y el otro por haber sido descartado por Pepe Mel frente al Levante, la única ausencia por razones meramente deportivas. Un talento indiscutible y al que sus entrenadores muchas veces recurren, pero que no ven como una apuesta continuada y a largo plazo.