Bakkali puede quejarse de su mal fario en el remate, pues en dos partidos consecutivos calcó una jugada que podría haber adelantado a su equipo en los respectivos enfrentamientos contra el Betis y el Alavés. En ambos, el habilidoso exterior belga golpeó el balón con mucha rosca en busca de la escuadra del segundo palo de la portería adversaria y en las dos situaciones los palos devolvieron la pelota al terreno de juego. Ayer, intentó dos veces el remate desde lejos y en la segunda el esférico salió por encima del larguero. Es el único que podría lamentarse, ya que casi ningún otro compañero lo intentó. Hubo cinco disparos en todo el encuentro y ninguno entre los tres palos y así es imposible marcar.

Peor es la situación cuando en la segunda mitad, y con media hora por delante, el equipo coruñés se encontró por debajo en el marcador en un partido en el que ganar era una obligación y una necesidad; con todo, ninguno de los jugadores deportivistas fue capaz de dirigir la pelota hacia el marco defendido por Pacheco. Ni tan siquiera fueron quién de saber si el portero del Alavés tenía ayer el día tonto o estaba inspirado. Todo su trabajo se limitó a sacar de portería las veces que la pelota traspasó la línea de fondo.

Y sin disparar a portería no hay goles, a menos que la fortuna se alíe con los blanquiazules, cosa que hay que descartar ya que desde hace tiempo parece darle la espalda. Y no hay que fiarlo todo a la suerte -también es necesaria- sino que la causa es la falta de argumentos básicos para generar posibilidades de remate. Frente al Betis el Deportivo lo hizo; ayer, en Mendizorroza, no. Incluso faltó la agresividad del encuentro anterior ante los béticos. Quizás el jugar en un ambiente contrario coartase a los futbolistas.

Fue esto posiblemente lo que encorajinó a los cerca de quinientos aficionados deportivistas que se desplazaron hasta el campo alavesista. Al final del partido, cuando los futbolistas se acercaron hasta la localidad que ocuparon, los seguidores coruñeses increparon a todo el equipo. "¡No vengáis!"; "¡No os acerquéis!" (a la grada), gritaron los hinchas. "¡Nos os merecéis la camiseta!"; "¡Mercenarios!". Estas fueron algunas de las frases que los seguidores que acudieron a Mendizorroza espetaron a los jugadores tras la derrota. "Por la bochornosa imagen que dieron en la segunda parte", comentó uno de los integrantes de una de las peñas desplazadas a Vitoria. "Y ahora regresamos y alguno mañana tiene que trabajar, estamos hartos".