El Deportivo salió reforzado del partido del pasado viernes contra el EspanyolEspanyol, un rival al que en la segunda parte sometió de una manera rotunda, como hacía tiempo que no se veía en Riazor. El equipo coruñés fue superior en todo salvo en lo más importante a estas alturas, el marcador. Sumó sensaciones, pero solo un punto. Poco premio para los méritos que hizo e insuficiente para reflejar en la clasificación la mejoría que mostró sobre el césped. Reforzado en su autoestima tras esa exhibición de coraje y amor propio, pero con la angustia de seguir en una situación límite, el Dépor se jugará media temporada en solo cuatro días: el próximo miércoles en el Coliseum Alfonso Pérez contra el Getafe (19.30 horas) y el sábado en Riazor ante el Eibar (18.30 horas).

Dos partidos vitales ante adversarios que están haciendo una gran campaña y son complicados, pero ni mucho menos imbatibles. Quedó demostrado en la primera vuelta, en la que el conjunto coruñés venció al cuadro azulón en Riazor (2-1, con tantos de Lucas Pérez y Florin Andone) y en la jornada siguiente empató sin goles en Ipurua en el día del debut del portero fabrilista Francis Uzoho con el primer equipo a las órdenes de Pepe Mel.

Cuatro meses después, el Deportivo vuelve a verse las caras ante dos rivales con los que comparte el objetivo inicial de la salvación, pero que se encuentran en una situación mucho más desahogada. Tanto Getafe como Eibar tienen ya la permanencia en el bolsillo. El Dépor, en cambio, lucha por agarrarse a Primera y para ello necesita encadenar una serie de buenos resultados. Ya no le vale solo con puntuar. Necesita sumar de tres en tres después de haber enlazado nada más y nada menos que diez jornadas consecutivas sin vencer. Mucho tiempo sin celebrar un triunfo, desde el 9 de diciembre del año pasado, cuando el Leganés cayó en Riazor por un solitario tanto de Adrián.

El gol es lo que más le está faltando al Deportivo en las últimas jornadas. Con Clarence Seedorf al mando ha ganado consistencia y los rivales ya no le generan tantas ocasiones, pero en ataque está negado de cara a puerta. Ni de penalti fue capaz de anotar ante el Espanyol. Tampoco marcó en los anteriores dos encuentros desde la llegada del holandés, ante Betis y Alavés.

Con 18 puntos, el Dépor está a dos de los puestos de salvación cuya frontera marca el Levante (20), que mañana cerrará la jornada recibiendo al Betis. De los equipos implicados en la lucha por la permanencia también tiene pendiente su partido el Málaga, que esta tarde visita San Mamés. Ayer fue el turno de Las Palmas. Sufrió en Butarque, pero acabó arañando un empate sin goles con el que vuelve a adelantar en la tabla al Deportivo. Los insulares suman 19 puntos, uno más que el equipo coruñés.