Hace casi tres meses que el Deportivo no gana un partido, en ese tiempo tan solo ha conseguido sumar tres puntos y en los últimos cinco partidos ha sido incapaz de marcar ni un solo gol. A pesar de todo, el equipo se mantiene a dos puntos de la permanencia y con opciones de enderezar una temporada completamente torcida. En una carrera por la salvación reducida a cuatro equipos, han sido los resultados del Levante los que permiten a los blanquiazules agarrarse a sus posibilidades de continuar en Primera División. Esta tarde ante el Eibar (18.30 horas) tendrá una vez más la oportunidad de abandonar aunque sea provisionalmente las posiciones de descenso.

Para ello deberá solucionar los problemas que arrastra y que la llegada al banquillo de Seedorf tampoco ha permitido dejar atrás. El aterrizaje del holandés no ha venido acompañado de la reacción pretendida y tras cuatro partidos acumula más dudas que certezas. El equipo no marca, pero además mantiene los problemas atrás de toda la temporada a pesar de la insistencia del técnico por blindarse con un sistema especialmente conservador.

Quizá persuadido por las señales negativas que transmite el equipo, o más bien forzado por las circunstancias, el holandés proponga una revolución esta tarde en Riazor. Las ausencias de Mosquera (sancionado) y Guilherme (lesionado) le empujarán a una propuesta inédita en la que encontrarán hueco jugadores con pocas oportunidades bajo su mando.

El planteamiento ante el Eibar se inclinará hacia un rombo en el centro del campo donde Muntari ejercería de ancla con la defensa. No ha tardado mucho Seedorf en contar con el ghanés después de que decidiese su fichaje tras once meses en el paro y parece que su participación será cada vez más importante en los planes del técnico. Por delante entrarían Borges y Çolak, los dos orillados en los planes del holandés desde su llegada, y completarían el once Adrián, Andone y Lucas.

Los puntos serán la meta principal de los deportivistas, aunque también mejorar la imagen ofrecida el miércoles en Getafe y demostrar que la buena imagen que dejaron ante el Espanyol la semana pasada no fue un espejismo.

Enfrente estará un Eibar que después de un comienzo de temporada titubeante (estaba por debajo del Deportivo cuando los blanquiazules visitaron Ipurua) ha conseguido asomarse a las posiciones europeas de la clasificación.