Cuando aterrizó en el banquillo hace un mes, Clarence Seedorf dejó caer que no era muy amigo de variar en exceso las alineaciones. Desde el comienzo buscó una continuidad que las lesiones, las sanciones y, sobre todo, los resultados no le han permitido alcanzar y después de tan solo cinco partidos ya ha empleado a 21 jugadores diferentes como titulares.

Al igual que le ocurriera antes a Pepe Mel y a Cristóbal Parralo, Seedorf ha sido incapaz de encontrar un equipo reconocible a pesar de que lo intentó en sus primeros compromisos. El técnico deportivista sorprendió recuperando para el equipo titular a jugadores sin apenas protagonismo en las jornadas anteriores. Así, regresaron al once Bakkali, Albentosa o Fede Valverde.

Enseguida, sin embargo, aparecieron los imprevistos en forma de unas lesiones musculares que se han reproducido en los últimos días. El último en caer ha sido Fede Cartabia, pero antes lo hicieron Valverde, Albentosa y Guilherme.

Los problemas físicos le obligaron a buscar alternativas en la plantilla, de modo que le ha resultado imposible repetir alineación en sus cinco partidos al frente del conjunto blanquiazul.

Han sido principalmente los resultados los que han terminado empujando al holandés a probar diferentes variantes para lograr los puntos que permitan al equipo abandonar los puestos de descenso.

El colofón a esta situación se dio el sábado pasado frente al Eibar en Riazor, cuando Seedorf introdujo hasta siete cambios en el once titular con respecto al que arrancó el encuentro en Getafe unos días antes. Lo justificó por la cercanía entre ambos compromisos y para evitar que se repitieran los problemas musculares que han sufrido varios jugadores, pero realmente cambió por completo la filosofía del equipo para buscar la victoria que se resiste ya desde hace casi tres meses. Ante el Girona, de nuevo, se vislumbran nuevas modificaciones.