Cinco victorias seguidas lleva el Girona en Montilivi, más que el Deportivo en toda la Liga. El equipo coruñés acumula doce jornadas sin ganar, las últimas cinco con Clarence Seedorf en el banquillo. Se le acaban las oportunidades. Le quedan muy pocas, por mucho que sus rivales directos por la salvación sigan empeñados en darle vida. Hoy dormirá fuera del descenso si es capaz de ganar, que es mucho decir, sobre todo teniendo en cuenta las dinámicas opuestas de los dos equipos. El blanquiazul sigue sin levantar cabeza. El Girona, en cambio, está lanzado y se ha ganado el derecho a pelear por jugar en Europa la próxima temporada. Un recién ascendido, y además debutante en Primera, que ha sabido crecer a base a la fortaleza como grupo y a una apuesta decidida por Pablo Machín en el banquilloPablo Machín.

El soriano es el mismo técnico que hace cuatro años guió al Girona a evitar el descenso a Segunda B gracias al triunfo en la última jornada ante un Dépor ya ascendido. Desde entonces, en Riazor cayeron Fernando Vázquez, Víctor Fernández, Víctor Sánchez del Amo, Gaizka Garitano, Pepe Mel y Cristóbal Parralo. Con Seedorf, siete técnicos diferentes. Mientras, en Montilivi, la estabilidad de la que ha gozado Machín ha sido una de las grandes claves del éxito. Ha dotado al conjunto catalán de una identidad propia en la que llama la atención su característico dijo táctico, con tres centrales y dos carrileros largos, pero también un altísimo nivel competitivo de todos en favor del colectivo. El equipo, por encima de todo.

Algo parecido busca Seedorf, todavía sin éxito desde que se hizo cargo del Dépor. Dos puntos en cinco jornadas es su balance. La ansiada victoria, que se resiste desde el 9 de diciembre del año pasado, tampoco llegó ante el Eibar en un encuentro condicionado por la expulsión de Koval antes del descanso. Sin embargo, el técnico holandés quedó satisfecho con el rendimiento. Por eso hoy dará continuidad al mismo bloque, con dos únicas novedades: la entrada de Rubén por el sancionado Koval, más la de Mosquera, quien vuelve a estar disponible tras el castigo que cumplió frente al Eibar por acumulación de amarillas. Çolak volverá al banquillo y Seedorf mantendrá el dibujo que estrenó el pasado fin de semana, con rombo en el centro del campo y dos puntas: Andone y Lucas. El coruñés necesita volver a marcar para recuperar confianza, actualmente bajo mínimos, como la del resto del equipo.