Aranzubia es un genuino producto de Lezama, pero es innegable la huella que le han dejado el Dépor y A Coruña. El riojano, ahora entrenador de porteros del Amorebieta, no tiene ningún inconveniente en reconocer sus predilecciones para el duelo de mañana: "Quiero que gane el Dépor, no tengo dudas; lo necesita. Siempre que alguno se juega el descenso...". El exmeta, que lleva la retirada "con normalidad" y no siente "ese vacío" que le causa el adiós a otros colegas, ha vivido en sus carnes lo que supone perder la categoría. Empatiza con el momento que se vive en A Coruña, recuerda aún con asombro el empuje de Riazor tras la primera caída en 2011 y entiende que quizás ahora la grada no esté al mismo nivel. "Cuando llegué al Dépor hubo algunos partidos con 10.000 espectadores en las gradas con el equipo en mitad de tabla. De repente, vieron peligrar la categoría y empezaron a llenar el estadio. Fue increíble, siempre me sorprendió. Han pasado unos años y a la gente ya le cuesta más; se cansa. Es normal si no se han llevado muchas alegrías. No vamos a dar nada por hecho, pero la situación es difícil, el ambiente está enrarecido y la afición no termina de entenderlo. Es una pena lo que están sufriendo".

Aranzubia se declara un hincha más. Sigue al equipo, padece la situación. Admite también que no esperaba que el Dépor estuviera en estos momentos tan al límite cuando se cerraron las plantillas de los conjuntos de abajo en agosto de 2017. "A mí me parecía un equipo compensado, que no iba a tener problemas. Vi al resto y sinceramente creía que había otras plantillas peores, pero se han producido muchos cambios y nadie ha sido capaz de dar con la tecla", asegura.

Su identificación con A Coruña llega hasta tal punto que revela un episodio que ocurrió en el verano de 2014. "Cuando acabé mi contrato con el Atlético, tenía ofertas de Turquía y de Grecia, pero realmente no me apetecía irme fuera. Mi mujer estaba embarazada de mi tercer hijo y llamé al Dépor para plantearles la posibilidad de que me ficharan como tercer portero. No pudieron porque igual no les llegaba para contratar a un delantero. No puse ni precio, me daba igual; eso no lo hubiera hecho con ningún otro equipo. Demuestra lo que me importa el club".

Inestabilidad bajo palos

El Dépor ha alineado cinco metas esta temporada. Como exportero, tiene su opinión al respecto: "Antes el titular jugaba los 38 partidos, eso ha desaparecido, se hacen más cambios. Aun así, un equipo que aspire algo, ya sea Europa o no bajar, debe saber cuál es su portero titular. Deben tenerlo claro el equipo, la afición... No tener una referencia ahí puede ser una de las razones de lo que pasa". Aranzubia, que declinó irse con Joseba Etxeberría al Tenerife en febrero, espera un duelo abierto mañana en Bilbao. "Hace unos días habría dicho que iba a haber pitos en San Mamés porque su temporada es mala, pero después de la victoria en Vila-Real... Tiene que notarse que el Deportivo es el que más se juega".