Desde los tiempos de Víctor Sánchez del Amo el Deportivo no gana dos partidos seguidos, un objetivo al alcance tras romper la pasada jornada ante el Málaga (3-2) la racha de quince jornadas sin celebrar un triunfo. Más que un objetivo, vencer el sábado en Bilbao es una obligación para el equipo coruñés, consciente de que cualquier otro resultado que no sea una victoria lo alejará definitivamente de la meta de la salvación. La última vez que el Dépor sumó los tres puntos en dos jornadas consecutivas fue en noviembre de 2015, cuando se deshizo primero del Celta en Riazor (2-0) y luego de Las Palmas en el estadio de Gran Canaria (0-2). Eran las jornadas 12 y 13 de la temporada 2015-16, con el equipo de Víctor instalado en puestos europeos en esa fase del campeonato. Desde entonces, y ya han pasado dos años y medio, el conjunto blanquiazul no ha vuelto a encadenar dos victorias seguidas.

A ellas aspira ahora para reengancharse a la lucha por la salvación, aprovechando la difícil visita del Levante al Wanda Metropolitano. Si el Dépor gana al Athletic, lo normal es que recorte su desventaja sobre el equipo de Paco López. Ahora mismo la brecha es de ocho puntos, nueve en realidad por el golaverage favorable a los granotas, que el domingo jugarán en el campo del Atlético mermados por las bajas de Iván López, Antonio Luna y Toño García, Coke y Andújar.

Solo cinco victorias en 31 jornadas ha logrado el Deportivo, dos con Pepe Mel, otro par con Cristóbal Parralo y la última a las órdenes de Clarence Seedorf, que necesitó nueve encuentros para estrenar su casillero de triunfos. El sábado, en San Mamés, el holandés buscará un objetivo que no pudieron alcanzar sus tres antecesores más recientes: Gaizka Garitano, Mel y Cristóbal. Ninguno logró vencer en dos jornadas sucesivas, una meta a priori asequible para cualquier equipo que pretenda tener una temporada tranquila, pero que en los últimos años ha resultado inaccesible para este Dépor acostumbrado a sufrir más de la cuenta para salvarse. Caminó peligrosamente sobre el alambre tres años seguidos y ahora está al borde del abismo, casi sentenciado.

LUCAS, PROTAGONISTA

Necesita un milagro para evitar irse a Segunda y todas las opciones pasan por encadenar victorias. "Hay que ganar, ganar y ganar", resumió esta semana Adrián López. El asturiano llevaba varios años fuera del Deportivo la última vez que el equipo coruñés enlazó dos triunfos, ante Celta y Las Palmas. En cambio, seis de sus actuales compañeros en esta su segunda etapa en Riazor fueron titulares en aquellos dos encuentros: Juanfran, Sidnei, Luisinho, Navarro, Mosquera y Lucas, quien anotó en los dos triunfos. Abrió el marcador frente al Celta -el segundo fue un autogol de Jonny- y la semana siguiente firmó el definitivo 2-0 en Las Palmas. El de Monelos estaba en plena racha goleadora. Logró enlazar siete jornadas consecutivas marcando, con las que igualó el récord histórico de Bebeto. El pasado viernes, frente al Málaga, Lucas se reencontró con el gol tras una vuelta entera sin ver puerta. El sábado, en San Mamés, tratará de confirmar su mejoría y la del Deportivo para lograr un segundo triunfo con el que seguir agarrándose a Primera División.

Para conseguirlo el equipo coruñés tendrá que superar su eterna asignatura pendiente, la de los partidos a domicilio. Solo una victoria en quince salidas, la de la décima jornada en Las Palmas (1-3). Tres empates y once derrotas completan el pobre balance de los blanquiazules en sus encuentros como visitantes. En el desplazamiento más reciente, al Wanda Metropolitano, el Dépor tampoco sumó pero ofreció una muy buena imagen, plantando cara al Atlético en su campo. Demostró personalidad y ambición para querer el balón e irse hacia arriba a por el partido. No mereció salir derrotado de un encuentro decidido por un polémico penalti señalado por el colegiado tinerfeño Trujillo Suárez. Como mínimo, debió marcharse con el premio del empate, un resultado que no le vale en San Mamés. Para el Dépor solo suma un resultado: la victoria.