El Deportivo buscará esta noche frente al Sevilla una nueva victoria, la tercera consecutiva, para mantener vivas sus esperanzas de salvación, alimentadas tras los triunfos ante Málaga y Athletic. El pichichi Adrián López, determinante en el resurgir del Dépor con sus dobletes ante andaluces y vascos, podrá formar desde el inicio pese al pisotón en el empeine derecho que le obligó a tener que pedir el cambio el pasado sábado en San Mamés. Clarence Seedorf apostará por el mismo bloque, con una única variación. Solo una, pero muy sorprendente, ya que sentará a Emre Çolak para dar entrada a Guilherme, que vuelve tras sanción, y adelantará a Krohn-Dehli a la posición del turco. Cuatro centrocampistas a la vez -Guilherme, Borges, Mosquera y Krohn-Dehli- con los que espera doblegar a un Sevilla plagado de suplentes y con la vista puesta en la final de Copa del sábado frente al Barcelona.

Para seguir metiendo presión al Levante, ahora a cinco puntos, el Dépor necesita seguir ganando partidos. Los dos de esta semana, hoy ante el Sevilla y el viernes en Leganés, son imprescindibles. Tras quince jornadas sin vencer, el equipo coruñés parecía sentenciado a jugar en Segunda la próxima temporada, pero la racha de dos victorias seguidas ha servido de impulso clasificatorio y anímico para seguir creyendo en que el objetivo es todavía posible. Muy difícil, pero posible. Por fin ha llegado esa ola buena a la que todos los equipos, salvo el Deportivo, se habían subido a lo largo del campeonato. Sobre ella, impulsado por esa inercia positiva, el conjunto blanquiazul espera prolongar hasta el final de Liga esa serie de resultados positivos, el único camino para obrar el milagro de la salvación.

Vincenzo Montella presentará un once condicionado por la cercanía de la final de Copa. No puede contar para hoy con Ben Yedder, sancionado, ni con Kjaer, lesionado, y además tiene previsto reservar a gente importante como Navas, Escudero, Lenglet, Banega, Franco Vázquez y Muriel pensando en el duelo frente al Barça. Aun así es un adversario siempre competitivo, aunque no tanto fuera de casa como en el Sánchez Pizjuán. El técnico italiano podría echar mano del canterano Carlos Fernández para recomponer su línea ofensiva, con más opciones de formar desde el inicio para Sandro y Nolito. En realidad, al Deportivo le tiene que dar igual con quién salga el Sevilla. Debe ganar si quiere seguir soñando con la salvación.