Locura de partido en el que el planteamiento de Clarence Seedorf se fue al traste con la lesión de Krohn-Dehli. La entrada de Çolak, con el que contábamos con él para el once titular, dio algo más de frescura al ataque blanquiazul. En la primera parte el Sevilla desperdició numerosas ocasiones de gol provocadas por la banda izquierda de la defensa deportivista en la que Luisinho y Mosquera sufrieron muchísimo con las entradas de Navas. Un dato importante es que en la primera mitad Mosquera recorrió más kilómetros más que Navas, de ahí el sufrimiento del jugador coruñés. Sufría también Guilherme con los movimientos de Banega y de Pizarro a sus espaldas, lo que ocasionaba crear muchos espacios libres, aprovechados en el área deportivista. La segunda parte ya se convirtió en un auténtico correcalles, con ocasiones para los dos equipos en lo que echamos en ¡¡ falta el poco acierto de Lucas en los metros finales. Del minuto 70 al 80 ocurrió algo muy especial en el banquillo deportivista y que me sorprendió, cuando llaman a Borja Valle Valle para realizar el cambio, de repente sale Bakkali y es el recambio de Guilherme. Lo sorprendente es el movimiento de los ayudantes de Seedorf indicándole el cambio que debe de hacer. Parece que el entrenador no tiene mucho de decisión en esta faceta y los cambios se realizan por informes informáticos que controlan el desgaste de los futbolistas. No puedo discutir el planteamiento del entrenador, pro si una lectura de que para de partido en la que hay situaciones en las que existen jugadores que pueden resultar fundamentales por muchos desgaste que tengan.