Seedorf ha encontrado en los últimos partidos una fórmula a través de la que apurar las opciones de permanencia deportivistas. La ha mantenido para firmar una racha de cuatro jornadas consecutivas sin perder, pero que no ha servido para acercar una permanencia muy comprometida. Ante el Barcelona mañana en Riazor insistirá en esa receta para intentar lograr una victoria obligatoria.

El técnico holandés tenía la duda de la delantera debido al estado de Lucas Pérez y Adrián, que apenas han podido ejercitarse durante la semana debido a diferentes problemas. El jugador coruñés arrastraba unas molestias musculares a las que se sumó una inoportuna gastroenteritis, pero ayer trabajó con normalidad junto al resto de sus compañeros.

También lo hizo Adrián, aunque a menor ritmo. Las consecuencias de un golpe en el empeine que arrastra desde la visita a San Mamés todavía comprometen su presencia frente al Barcelona mañana, pero el asturiano también apunta a un once que no se diferenciará demasiado de los empleados en los partidos más recientes.

La principal novedad podría ser el regreso al once de Krohn-Dehli. El danés volvería al centro del campo después de su ausencia en Leganés y el que perdería la titularidad sería Pedro Mosquera. Borges y Guilherme le acompañarían en la medular y Emre Çolak ocuparía de nuevo la mediapunta. Lucas y Adrián completarían la fórmula con la que Seedorf ha buscado la estabilidad.