Consumado el descenso el domingo pasado contra el Barcelona, el único aliciente que le queda al Deportivo es mantener la honrilla y acabar de la manera más digna posible una temporada para el olvido. Tres partidos tiene por delante la plantilla para maquillar su devaluada imagen después de un curso muy por debajo de las expectativas.

La mejor oportunidad la tendrán este sábado contra el Celta en Balaídos, donde se les presentará la posibilidad de regalarle a la afición una alegría después de meses de sinsabores. El derbi, sin embargo, llega con el golpe del descenso todavía muy reciente y sin haber guardado el suficiente duelo. Será en ese sentido un compromiso incómodo para algunos futbolistas de la plantilla, especialmente aquellos más identificados con el club y con la ciudad.

El trago más amargo tendrá que afrontarlo Krohn-Dehli por su pasado celeste, pero también Lucas Pérez y Pedro Mosquera, coruñeses y referencias iniciales de un equipo huérfano estos días de ellas. El club ha preferido esperar a digerir el descenso y el silencio se ha impuesto como norma antes de que el presidente, Tino Fernández, tome la palabra para explicar los motivos que han llevado al equipo de regreso a Segunda División después de cuatro cursos ininterrumpidos en la élite.

En ese escenario de luto, el conjunto blanquiazul ha comenzado a preparar el encuentro con algunas incógnitas. La presencia de Adrián en Balaídos parece complicada después de caerse de la convocatoria a última hora para el partido contra el Barcelona debido a los problemas en un pie que arrastra desde la visita a San Mamés. Ayer no se entrenó junto al resto de sus compañeros a causa de los dolores que todavía padece.

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El Dépor ya trabaja pensando en el derbi

Tampoco lo hizo Sidnei, prácticamente descartado para el derbi por la lesión muscular que sufrió en los días previos al compromiso contra el Barça. Entre algodones está Muntari, que a pesar de entrar en la lista la pasada jornada tras superar una rotura fibrilar no ha podido ejercitarse esta semana con el grupo.

En caso de que se confirmen las bajas de los tres, Seedorf no tendría que encontrarles sustituto en el equipo titular y el bloque en Balaídos sería parecido al que ya se enfrentó al Barcelona para un derbi que podría representar un consuelo para la afición deportivista.