Al derbi de mañana llegará el Deportivo recién descendido y sin haber digerido del todo el varapalo sufrido el domingo pasado tras confirmarse el regreso a Segunda División. El escenario para visitar al eterno rival es el menos amable posible, pero la plantilla se esfuerza estos días en subrayar el aliciente que representa el partido ante el Celta. El equipo tendrá la posibilidad en Balaídos de recuperar parte de la honrilla perdida y endulzar una temporada amarga, pero para ello deberá consolidar las sensaciones que ha dejado en los compromisos más recientes.

No son pocos los jugadores que en las últimas semanas, a pesar de la deriva en la que se encontraba instalado el conjunto deportivista, han defendido la aportación de Clarence Seedorf desde su llegada. El último fue ayer Borja Valle -"creo que si esto hubiera llegado antes, no estaríamos en esta situación", dijo-, al que el holandés ha dado protagonismo por delante incluso de un Andone completamente defenestrado. Titular ante el Barcelona la pasada jornada por la baja de Adrián, el berciano regresará probablemente al banquillo mañana ante el Celta.

Seedorf confiará en el bloque que ha utilizado durante el último mes y que le permitió enlazar cuatro partidos consecutivos sin perder antes de la visita del Barcelona. El esquema se mantendrá, con un centro del campo con dos interiores y Emre Çolak en la mediapunta por detrás de Lucas y Adrián, para conservar los mecanismos que el técnico ha implantado en las últimas semanas.

El equipo las mostró incluso contra el Barcelona a pesar de la dolorosa derrota que confirmó el descenso a Segunda División. Consiguió igualar dos goles de desventaja e incluso soñó con la posibilidad de ganar el partido para prolongar sus maltrechas posibilidades de salvación. El encuentro se le escapó en el tramo final por el empuje de Messi y unos desajustes defensivos que Seedorf no ha sido capaz de corregir del todo, pero que no le harán modificar la zaga en Balaídos. Juanfran, Albentosa, Schär y Luisinho se perfilan de nuevo como titulares por detrás de la línea de tres centrocampistas que debe dar consistencia al juego del equipo.

Guilherme volvería a ejercer como ancla a pesar de las lagunas que arrastra en la posición y las críticas que acapara por parte de la afición. Ante el Barcelona firmó una actuación discreta, pero volvería a llevar el mando mañana en Balaídos imponiéndose de nuevo a Pedro Mosquera.

Buena parte del plan del holandés, sin embargo depende de los dos interiores que ha decidido colocar en el centro del campo. Ante el Barcelona fueron Borges y Krohn-Dehli, que volverían a contar con la confianza del técnico. Los dos brillaron la pasada jornada en una labor que les obliga a multiplicarse: deben participar con la pelota y al mismo tiempo sacrificarse en las transiciones defensivas. El danés, fuera de las convocatorias hasta no hace mucho, tendría así que soportar el mal trago de regresar a Balaídos con la camiseta deportivista después de consumado el descenso.

Çolak también conservaría su puesto en la mediapunta gracias a unas aportaciones decisivas aunque intermitentes. El turco se ha confirmado como el mejor socio posible para los dos delanteros que ha decidido colocar Seedorf en su esquema. Lucas es un fijo para Balaídos y parece que Adrián volverá a estar disponible después de caerse de la convocatoria a última hora para el partido ante el Barcelona. El asturiano volvió a trabajar ayer junto al resto de sus compañeros, igual que Muntari.