Es probable que Clarence Seedorf apurara ayer sus últimas horas en la ciudad deportiva de Abegondo, su oficina particular desde que hace tres meses y medio asumió el desafío de lograr la permanencia con el equipo. No lo consiguió y eso, sumado a su desconocimiento de una categoría como la Segunda División, representa el mayor obstáculo para una continuidad el año que viene que él ya atisba complicada. "Voy a escuchar proyectos", reconoció ayer después de haberse ofrecido a pilotar la plantilla el próximo curso.

Aún le queda el entrenamiento de esta mañana, el último antes de que el equipo al completo se marche de vacaciones, pero el holandés ya intuía ayer que se encontraba ante sus últimas horas sobre el césped de Abegondo. Pareció disfrutarlo y participó junto a sus jugadores de una sesión distendida antes del partido de mañana en Mestalla con el que se bajará el telón de la temporada. Al holandés se le pudo ver como uno más en los rondos y fue el último en regresar a los vestuarios después de una partida de fútbol-tenis que sirvió como preámbulo a la despedida que de algún modo escenificó ayer.

A Seedorf no se le escapa que el club y su recién llegado director deportivo, Carmelo del Pozo, están explorando diferentes alternativas para el banquillo con el propósito de que el proyecto del año que viene pivote sobre la figura del entrenador. Aunque su continuidad no se descartó por completo, las opciones del holandés son cada vez menores a pesar de las voces dentro del vestuario que apuestan por su renovación.

En el club, sin embargo, no se ha producido ningún movimiento para que continúe. "Hemos hablado de otras cosas, pero en este momento no hay nada en concreto", reconoció ayer Seedorf. Quizá por ese motivo el holandés sospecha que su adiós está cercano y no dudó en sacar pecho de un trabajo cuestionable desde el punto de vista de los resultados. "Los resultados no llegaron, no conseguimos el objetivo, y hay jugadores penalizados contractualmente por eso, así que somos los primeros que lo sufrimos, pero en la vida de los deportistas y futbolistas, lo que queda son las relaciones y lo que ha quedado aquí dentro son muy buenas relaciones, un ambiente estupendo de gran respeto", reflexionó. "Luego están los números: dos victorias, seis empates y siete derrotas en quince partidos. Si vale solo eso, muchos entrenadores no deberíamos trabajar porque la mayor parte pierden más que ganan", añadió.

En este escenario, Seedorf esperará al final del partido frente al Valencia de mañana y a partir de entonces comenzará buscar alternativas para su carrera. Entiende que es lo justo porque el club hará lo mismo antes de que "en dos o tres semanas", en palabras del presidente, Tino Fernández, se comunique la identidad del entrenador para el curso que viene. "Mi contrato es hasta final de junio. Después de Valencia todo el mundo puede hablar con todo el mundo. Igual que el club ha dicho que va a escuchar a otros entrenadores, yo voy a escuchar otras propuestas", desveló el holandés. Seedorf, en ese sentido, también se mostró comprensivo con la situación en la que se encuentra el club. "Quiero dejar claro una cosa: la desilusión por no seguir en la Liga es muy grande, pero el deporte es esto. En esta fase es justo dejar al club espacio para tomar decisiones y no quiero poner presión a nadie. Yo quiero que el Dépor haga las cosas bien por el futuro del club", manifestó.