Gustavo Munúa (Montevideo, Uruguay, 1978) cierra su etapa en el Fabril "contento y agradecido" al Deportivo por volverle a abrir las puertas del fútbol europeo, ahora como técnico, quince años después de iniciar su primera experiencia en A Coruña como portero del equipo blanquiazul.

- ¿Cómo se entera de su salida?

-Tenemos mucha confianza y muy buena relación con el club. Hablé con Albert Gil, que me comunicó que íbamos a tomar caminos diferentes, y nada más. Yo quería saber también un poco el proyecto del Deportivo para el año que viene, lo que pensaban un poco de mí, pero bueno, la decisión al final fue otra y bien, estoy contento y agradecido mutuamente por el lindo año que vivimos juntos. Es un año histórico para el Fabril, que nunca había conseguido una posición así.

- Gil dijo esta semana que ve su futuro "más ligado al fútbol profesional que al formativo".

-Venimos del fútbol profesional, de dirigir a dos equipos importantes en Suramérica [Nacional de Montevideo y Liga de Quito]. Teníamos muchas ganas de venir a Europa y era una oportunidad linda venir a un club como el Deportivo. La hemos disfrutado mucho. Estoy muy agradecido. Con el tiempo, ya se verá. Esa es la idea, en algún momento poder dirigir a nivel profesional en Europa.

- ¿Preferentemente en España?

-Estoy abierto a ir donde a uno lo quieran y confíen en uno. El fútbol español es el que más conozco en Europa, pero estando aquí se ve muchísimo fútbol, casi todas las ligas. Es obvio que me gustaría dirigir en Europa. ¿Dónde? No lo sé.

- ¿Ha conocido al nuevo director deportivo, Carmelo del Pozo?

-No he tenido la oportunidad. Ha llegado hace muy poquito al club. Obviamente, tiene muchísimo trabajo. No ha tenido tiempo. En otro momento seguramente lo conoceré.

- Él defiende que los canteranos deben tener más protagonismo en el primer equipo.

-Hay chicos preparados para dar el salto. Hay que ver las necesidades del primer equipo, quién se va y quién se queda, y a partir de ahí armar la plantilla y ver lo que puede haber abajo que pueda echar una mano. Esa evaluación ya la tiene que hacer el club. Dependiendo de quiénes se queden, hay que ver qué posiciones necesitan. Si eso lo tienes en el club, no hay que salir a buscarlo. A mí me llenaría de satisfacción ver a los chicos en el primer equipo, aunque obviamente todos no van a poder estar. Sería una alegría muy grande porque los conozco y sé las ganas que tienen de triunfar en el fútbol. Lo han demostrado en Segunda B. Si no dan oportunidades es imposible saber si pueden llegar a servir o no. Obviamente, tienes que tener unas condiciones y después de que llegas arriba tienes que demostrar por qué estás arriba. Yo creo que el Dépor está trabajando muy bien su cantera, Albert [Gil] está trabajando muy bien. No tengo ninguna duda de que los frutos se van a ir viendo poco a poco.

- ¿Se puede armar un equipo puntero en Segunda haciendo una apuesta decidida por los jóvenes o la base debe ser a la fuerza gente experimentada?

-Se puede hacer de muchas formas. Si tienes jugadores con experiencia y también jóvenes que te pueden aportar cosas, eso es lo ideal. Ya veremos lo que planifica el Dépor para el año que viene.

- ¿A usted le han enriquecido estos meses en el Fabril?

-Sí, muchísimo. Fue una muy linda experiencia, la primera en Europa. Fueron siete meses muy buenos y nos van a servir en el futuro.

- Al principio fueron casi inevitables las comparaciones con Cristóbal Parralo, que venía de ascender al Fabril y situarlo líder de Segunda B.

-Son cosas normales del fútbol. Cristóbal hizo un trabajo excelente, luego estuvo Rubén [Coméndez] y después nosotros. Tres cambios de entrenador no es algo fácil y los chicos lo han asimilado muy bien. Cuando un equipo sube de Tercera a Segunda B, llama la atención que fuera tan bien y ganara tantos partidos. Después eso hay que mantenerlo y una vez que lo mantienes hay que intentar concretar algo importante. En el año se van cumpliendo diferentes etapas y objetivos. Lo bueno es llegar hasta el final como ha llegado el equipo, siendo competitivo hasta el último partido. Tuvimos muchísimas dificultades por las lesiones, que nos hicieron tener menos alternativas disponibles, pero el plantel nunca ha perdido la línea y eso es muy bueno.

- ¿Sintió que se le miró con lupa cuando llegó, entre otros motivos por no tener experiencia como técnico en España?

-Bueno, en cualquier equipo al que vayas siempre hay exigencias. Un club como el Deportivo siempre va a exigir. Eso es normal y lo tomamos con total naturalidad. Yo el fútbol español lo conozco perfectamente. Las categorías que conozco más son Primera y Segunda. Obviamente, la Segunda B es una categoría no tan conocida, pero me llamó muchísimo la atención el nivel que tiene, los jugadores que hay y las dificultades que te presenta el campeonato. Son todas experiencias que te enriquecen mucho.

- ¿Se ha sentido querido en esta nueva etapa en el Deportivo?

-Sí, muy querido en la ciudad. Al Fabril lo acompaña muchísima gente, tanto en Abegondo como en algunos partidos fuera. Estoy muy agradecido a la afición que tiene el Dépor por ese cariño que constantemente te demuestra.

- ¿Cree que su implicación en el presunto amaño del Levante-Zaragoza fue definitiva para que el Dépor optara por su salida?

-Sinceramente, no lo sé. Es un tema que todo el mundo sabe que está ahí y que, lamentablemente, es largo. Poco más puedo decir. Yo estoy muy tranquilo. Sé que se va a demostrar mi inocencia, y nada más. Hay muchas personas implicadas en este asunto. Hay que esperar.

- ¿Está convencido de que el tiempo le acabará dando la razón?

-Se va a demostrar mi inocencia y eso me deja muy tranquilo. Fue hace mucho tiempo pero recuerdo que se hizo muy buen partido, lo normal de un encuentro de Liga.

- ¿Cree que el hecho de no poder ascender a Segunda condicionó al Fabril en la fase de ascenso?

-No. Se ha demostrado que los chicos tenían una gran ilusión por acabar bien el año. Para ellos es una oportunidad muy linda tener este tipo de experiencias en unos play off. Obviamente, hubo que trabajar mucho el aspecto psicológico porque el entorno, al no poder subir, puede llegar a pensar: '¿para qué tanto sacrificio si no se puede ascender?'. Pero hay otras cosas importantes, como la experiencia de pelear hasta el último minuto por el campeonato y hacer un play off muy competitivo. Hay puntos importantes que les han servido a todos.