El Levante quiere quedarse con Róber Pier en propiedad, pero la oferta inicial que realizó al Deportivo no fue ni considerada en la plaza de Pontevedra. El club coruñés deja en manos del defensa la decisión sobre su futuro inmediato (dónde va a jugar la próxima temporada) y no quiere presionarlo, pero no tiene intención alguna en deshacerse de uno de los valores de futuro, sobre todo tras el progreso que mostró durante las dos temporadas en las que estuvo cedido en el equipo granota.

El zaguero coruñés se tuvo que marchar al Levante en el verano de 2016 para jugar cedido en Segunda División y logró el ascenso, cuando esperaba regresar se topó con que Pepe Mel optó porque le convenía una nueva cesión, ya que en teoría no tendría sitio en el primer equipo, en el que figuraban centrales como Sidnei, Schär, Arribas y Albentosa. Al final, Arribas se marchó y el equipo blanquiazul tuvo que echar mano del Fabril para disponer de zagueros.

Róber está al margen de la negociación porque su intención siempre fue jugar en el Deportivo, su equipo, pero el hecho de continuar en el Levante y en Primera División también le atrae porque fue el conjunto que apostó por él y le dio confianza. Además, está en la elite, mientras que el Deportivo está en Segunda. Eso también le pesa, pues según fuentes cercana a su entorno tiene el futbolista desea colaborar para que el equipo regrese cuanto antes a Primera.

Desde Valencia advierten de que el Levante insistirá, aun sabiendo que Carmelo del Pozo se opondrá, ya que fue uno de los principales valedores para que el central coruñés -acaba en junio de 2019- jugase cedido en el equipo granota, del que también procede el directordeportivo blanquiazul.