La asamblea extraordinaria del Deportivo celebrada ayer en Palexco registró algunos episodios de tensión, sobre todo al comienzo, en el turno de palabra para los asistentes. Inicialmente no estaba previsto dar voz a los accionistas, solo a los que se postularan como candidatos al consejo, pero finalmente se atendieron todas las peticiones, que abrieron Ransés Pérez y Miguel Otero, los primeros en acceder al atril. Durante esas intervenciones hubo cierta bronca entre sectores enfrentados, con abucheos y gritos que poco a poco se fueron calmando hasta recuperar la normalidad plena que se mantuvo hasta la conclusión, tras dos horas y media de junta. Tensión inicial desde el atril y rodillo final en las urnas por el respaldo casi unánime que recibió el único candidato a la presidencia, Tino Fernández.

Miguel Otero empezó su intervención cuestionando la legalidad de la asamblea de ayer, motivo por el cual decidió no votar. "El juez determinará cuándo va a ser la junta legal", comentó sobre su demanda admitida a trámite en el Juzgado de lo Mercantil Número 2 de A Coruña. Pidió explicaciones a Tino Fernández sobre "el cambio de modelo del club", que según él camina hacia "despedirnos del capitalismo popular" y lo acusó de haberse convertido en el "máximo accionista del club". "Es una estrategia para controlar el Dépor. Está engañando a todos los socios ante la complicidad de los miembros del consejo. Podría llevarle al enriquecimiento personal suyo y de la gente que le rodea", añadió en referencia al presidente, al que pidió "que explique cómo ha llevado a cabo un sinfín de operaciones para ser el máximo accionista del Deportivo", además de acusarlo de vender a "una sociedad desconocida" todas las acciones del club que tenía . Entre esos movimientos, defendió la existencia de compras efectuadas "en mayo de 2018" de "casi 1.500 acciones a particulares" por parte de Tino. "Veinte empresas controlan 45.000 acciones, lo que supone más del 25% del capital social. Nos está quitando el Dépor sin darnos cuenta. Si no acabamos con esta situación, nos puede llevar a Segunda B, en manos de un magnate indio o chino". Además, dijo que es "mentira" que la última ampliación de capital hubiera sido "impuesta por la Agencia Tributaria; la propuso él y con esa mentira se apropió de parte de nuestro club".

Tino, por su parte, matizó que "el primer accionista del Deportivo es Hijos de Rivera, y yo soy el segundo". El presidente contestó a algunas de las cuestiones formuladas por Otero y aseguró que "todas tendrán respuesta, pero hoy [por ayer] no es el día". Le parecen "cosas sin sentido", y puso como ejemplo "la actuación en la ampliación de capital". "No solo fue una obligación impuesta en la negociación del convenio singular con la Agencia Tributaria, sino que es modélica, perfecta".

Ransés Pérez, asesor de Otero, preguntó por qué no se atendió en su momento la petición de junta extraordinaria tras presentar, según él, más del 5% del capital social para forzar esa asamblea. Le parece "ilegal" que el club no atendiera esa demanda y tampoco entiende que se haya "limitado de forma injustificada el derecho de representación" con el nuevo sistema de delegación de acciones. "Nos parece contrario a derecho" y eso es lo que les llevó a "pedir la impugnación de la junta". Pérez aprovechó para tratar el aspecto económico, criticando haber firmado "un convenio singular muy encorsetado". "Lo firmó esta junta directiva. Fuimos nosotros los que nos metimos en las garras del lobo y para salir de ahí se recurrió al convenio con Abanca, cuyas condiciones no sabemos", se quejó.

Tras las intervenciones de Otero y Pérez, tomó la palabra Xosé Iglesias, muy crítico con el "oportunismo" de ambos. Luego Juan José Lojo demandó a Tino Fernández "una explicación profunda" sobre las cuestiones formuladas por Otero. A continuación, Ángel Serafín Alonso subió ante el atril para lamentar que en la última ampliación de capital se cubrieran "solo dos millones y pico" de euros de los más de siete previstos inicialmente.