El golazo de vaselina que firmó en la recta final Cartabia al aprovechar un gran servicio de Borges para ganar la espalda a la defensa del Valladolid y batir por alto a Samu fue la acción más destacada del Deportivo ante el conjunto pucelano, que aprovechó un regalo para adelantarse en los compases iniciales por mediación de Chris Ramos. El equipo coruñés insiste en salir siempre con la pelota jugada desde atrás. Ayer no se entendieron Dani Giménez y Álex Bergantiños, y la pérdida de balón costó un gol.

De menos a más, el Deportivo mejoró tras los cambios, mediada la segunda parte, y acabó empatando ante un rival de superior categoría. Una prueba de nivel en la que el equipo coruñés tuvo mucho más balón que el Valladolid, pero le volvió a faltar fluidez en campo contrario para generar más situaciones de gol.

"El equipo va respondiendo a lo que el entrenador quiere -señaló Eneko Bóveda, que jugó los 90 minutos-. Estamos construyendo un equipo prácticamente nuevo, con un sistema que es diferente, y nosotros vamos a muerte con eso".