Sidnei ya es jugador de Betis hasta 2022. El equipo coruñés y el sevillano hicieron público el acuerdo para su traspaso que se cerró por una cantidad inferior a lo ofrecido por el Krasnodar ruso, como reveló Tino Fernández. "Fueron cuatro años en los que pasé mucho momentos felices junto a mis compañeros dando siempre lo mejor para ver la alegría de los aficionados", apuntó el brasileño despidiéndose en su cuenta de Instagram. "Quiero agradecer a los jugadores, miembros de la comisión técnica y funcionarios del club por este tiempo... y a la afición que, en las buenas y en las malas, siempre estuvo con nosotros", concluyó. El de Alegrete se marcha tras casi medio lustro en el que su rendimiento ha ido de más a menos. Estuvo a un gran nivel en los dos primeros ejercicios. Pudo ser uno de los grandes traspasos de la historia del Dépor, pero sus problemas para ser comunitario, su prestación decreciente, las lesiones y el descenso a Segunda División jugaron en su contra y en la del Dépor.

Fría despedida del club

En el anuncio en la web del club de cada salida, el Dépor suele aprovechar para destacar la "aportación, trabajo y entrega" de los jugadores vendidos y para desearles "suerte" en sus nuevos destinos. Una nota a pie de página, un formalismo que no existió en el caso del traspaso de Sidnei al Betis.