Se acerca la hora de la verdad, el inicio liguero, y se notó en la intensidad con la que se emplearon Deportivo y Oviedo en su último amistoso de pretemporadaDeportivo Oviedo . Fue un encuentro muy trabado, duro por momentos, y marcado por una igualdad máxima, justo lo que le espera al Dépor en su retorno a Segunda. Se reflejó en el marcador final (1-1), aunque los asturianos tuvieron más llegadas y menos balón ante un equipo coruñés escaso de profundidad y fluidez. Sigue bastante atascado, con demasiadas dudas sobre cómo hacer daño de verdad a rivales bien plantados como el Oviedo.

El Dépor volvió a tener mucha paciencia a la hora de construir y trató de iniciar las transiciones ofensivas casi siempre jugando desde atrás, como le gusta a Natxo González, pero nuevamente fue incapaz de superar líneas para generar ocasiones. Solo marcó en una acción a balón parado bien lanzada por Pedro, cabeceada por Marí y remachada por Domingos (m.61).

Antes, al filo del descanso, Ortolá paró un penalti al exdeportivista Toche, pero el meta alicantino no fue capaz de detener ninguno de los lanzamientos en la tanda de desempate que sirvió para determinar el vencedor del Trofeo Vila de Foz. Desde los once metros fallaron Carles Gil y Fede Cartabia, una anécdota como colofón a una pretemporada en la que el Dépor no ha perdido ninguno de sus siete partidos, pero tampoco ha acabado de convencer. Sigue en construcción, en pleno proceso de formación, y así llegará a su estreno liguero el próximo viernes en Albacete.

Además del gol de Domingos, que apunta a jugar muchos minutos junto a Marí en el centro de la defensa, lo más destacado del Dépor fueron algunas pinceladas aisladas de Krohn-Dehli y Pedro Sánchez en la primera parte, y de Cartabia en una tensa recta final en la que de nuevo Caballo volvió a asomarse al primer equipo desde el lateral izquierdo. El Dépor hizo lo más difícil, ponerse por delante en el marcador, pero apenas diez minutos tardó el Oviedo en empatar con un buen centro cabeceado por Ibrahima. Poco más dio de sí el partido, solo para unas cuantas entradas duras a destiempo y la tanda de desempate en la que el Oviedo tuvo más acierto.