El Dépor se despide de la pretemporada cayendo en los penaltis ante el Oviedo en un partido bronco al que le faltó brillo y que puede ser un buen ejemplo de lo que se encontrará el equipo coruñés en su temporada de regreso a Segunda. El conjunto asturiano tuvo alguna ocasión más en un duelo de mucha igualdad. No fue hasta la segunda parte que se adelantó el conjunto de Natxo en una jugada a balón parado fabricada por los dos nuevos centrales blanquiazules. Ganó el balón Pablo Marí de cabeza y lo remachó a la red Domingos Duarte. Antes de llegar a ese punto en el que hizo la diferencia, el Dépor mostró su cara más plana adoleciendo denuevo de falta de profundidad en la zona de creación. Incluso se pudo adelantar el Oviedo antes del descanso en un penalti de Álex que Ortolá le detuvo a Toché. Nada se movía.

Tras pasar el ecuador del partido, el equipo coruñés seguía sin imponerse en el juego, pero sí en el marcador. No le duró mucho la diferencia, ya que Ibra logró ganarle la partida a los centrales coruñeses en un centro cruzado desde la derecha del ataque carbayón. Ortolá nada pudo hacer ante un remate franco de cabeza. El Dépor no fue capaz después de volver a ponerse por delante, a pesar de que los últimos minutos los jugó con uno más por la expulsión de Edu Cortina tras una fea e inncesaria entrada a Carles Gil con amago de támgana incluido. El encuentro se decidió finalmente desde los once metros y, precisamente, el valenciano y Fede Cartabia fueron los dos blanquiazules que fallaron y que le pusieron la alfombra roja para llevarse el trofeo a un Oviedo inmaculado en la tanda de penaltis. El Dépor acaba el verano invicto, pero aún con mucho trabajo por delante para mostrarse dañino en posiciones ofensivas. El viernes llegan los partidos de verdad en Albacete.