Si bien los números del Deportivo en sus visitas al Albacete son positivos, una de las tres derrotas que cosechó en el Carlos Belmonte fue determinante para la suerte de Marco Antonio Boronat y la propia historia del club. En la temporada 1991-92 el Boronat había llegado para sustituir a Arsenio al frente del equipo coruñés. Los números del técnico guipuzcoano no eran buenos. La derrota en Albacete (3-0) -jornada 30 disputada el 12 de abril de 1992- dejaba a los coruñeses en zona de promoción a falta de ocho partidos. Lendoiro despidió a Boronat y recurrió de nuevo a Arsenio Iglesias.