Un par de decisiones arbitrales en un solo minuto decidieron la suerte del partido de ayer. En solo sesenta segundos el árbitro madrileño señaló un penalti inexistente contra el Deportivo y expulsó a Krohn-Dehli. Faltaban cinco minutos y la ventaja que había adquirido el equipo coruñés con el gol de Domingos Duarte se esfumó. Después a los coruñeses les bastó con demostrar la solvencia defensiva que habían mostrado a lo largo de todo el encuentro, durante el que apenas concedieron ocasiones a los futbolistas del Albacete, para regresar con un punto.

Saboreaban ya los tres los futbolistas dirigidos por Natxo González, a los que le hicieron falta muy pocas cosas en ataque para marcar. En el segundo remate a la madera Domingos Duarte recogió el rechace para anotar el primer tanto blanquiazul del curso. Álex había cabeceado con intención cruzado y piando el balón, pero el poste lo repelió y se lo entregó al central portugués. Antes, en la primera parte, había sido Fede Cartabia el que había enviado el cuero contra la cruceta de la portería manchega.

No hizo mucho más el cuadro coruñés, que intentó nutrirse sobre todo de los balones que sirvió Diego Caballo desde la banda izquierda, aunque fueron muy pocos los que cazaron los delanteros en condiciones. Si acaso uno de Quique, que cabeceó un poco desviado. Daba la impresión de que el gol podía llegar en cualquier momento por la calidad de los deportivistas, no por el exceso de ocasiones, un tanto que bastaría porque atrás el Deportivo se mostraba tremendamente seguro. Tanto que Dani Giménez apenas tocó algún balón.

Pero llegó el invento del árbitro madrileño Gómez Valentín en forma de penalti de David Simón a Fran García, el lateral izquierdo del Albacete que casi se lleva por delante la pierna del lateral canario en la primera mitad y que dejó los tacos marcados a más de un deportivista. Sin embargo, acabó sin ser amonestado y además colaborando con su actuación en la invención de un máximo castigo que acabó por sentenciar el encuentro. De haber hecho méritos para ser expulsado, se convirtió en el héroe de su equipo al fabricar la jugada decisiva.