No completó un buen partido el Deportivo en el Carlos Belmonte. Sobre todo, en la primera parte, le bastó controlar el juego en el centro del campo, y desde ahí limitarse a crear transiciones hacia el área rival sin conseguir llevar peligro en las finalizaciones, salvo en un remate de Fede Cartabia desde el vértice del área grande.

Previamente Quique conectó levemente un remate de cabeza que desafió el gol, nada más aportó ofensivamente el delantero deportivista, muy activo en las ayudas defensivas en los momentos en que el equipo ejecutaba alguna presión alta.

Aun así, el Albacete de vez en cuando conseguía ejecutar alguna contra que descosía a los coruñeses en el centro del campo, y dejaba al descubierto la debilidad defensiva sobre todo en la banda derecha. Por esta banda unas veces, y por el carril central otras, irrumpían Aleix Febas y Javier Acuña.

En la primera mitad, los locales consiguieron colocar un balón a la espalda de Bóveda, con el que conectó un futbolista local dentro del área, rematando al lateral de la red. Esta acción, junto a las de los blanquiazules Fede Cartabia y Quique González, fueron las ocasionas más claras de gol mientras el marcador se mantenía inamovible.

A partir de la reanudación, se equilibró el dominio del juego. El Deportivo ya no se imponía en el centro del campo, y por lo tanto Fede Cartabia y Pedro Sánchez pasaban a tener menos protagonismo y con ello disminuían los acercamientos al área rival. Justamente es en esta fase del partido, cuando el Deportivo consigue ponerse por delante en el marcador, participando de forma determinante dos futbolistas de corte defensivo. El buen balón de Borja, que poco antes había entrado en sustitución de F. Cartabia, es cabeceado con mejor intención todavía, aunque flojo, por Álex Bergantiños. El rechace del poste lleva el balón a Domingos Duarte que lo aloja en la red.

El cambio de Rey Manaj por Acuña en el Albacete permitió que los locales mejoraran de medio campo hacia adelante. Es a partir de este momento cuando todo se tuerce para los intereses del Deportivo. El cambio de Mosquera por Expósito no contrarresta la mejoría local en el centro del campo. El equipo pasa a pretender controlar el partido con el mínimo resultado y se repliega dando vida y posibilidades a los manchegos, que acaban alcanzando un empate tras un penalti que podemos discutir, pero que se produce como consecuencia de pasar a defender sin balón, cerca del área y más por acumulación que por orden táctico. Sin olvidar que, en esos minutos finales, a punto estuvo el Albacete de remontar el empate.

Mal haríamos si nos escudamos en la decisión arbitral a la hora de sancionar un penalti, y obviamos que el Deportivo ha mostrado carencias ofensivas importantes, que hay lagunas en la zona defensiva, y que nos hemos puesto con el resultado a favor en una acción casi puntual con unos actores que no serán los habituales en las acciones ofensivas del equipo. Todo ello ante un rival que, por lo mostrado el viernes, no parece ser de los más fuertes de la categoría.