Cristóbal Parralo puso todo de su parte para que el Deportivo remontara el vuelo durante las trece jornadas que lo dirigió la pasada campaña, pero no le acompañaron los resultados. Detectó falta de unión en aquel vestuario, aunque prefiere "no generalizar porque también había jugadores a los que les dolía mucho la situación y estuvieron implicados". No todo el mundo remó en la misma dirección y eso, inevitablemente, mermó el rendimiento. "Yo creo que si se hubiera ido todos a una, igual estábamos en Primera División", confiesa utilizando todavía la primera persona del plural. Mañana, en Santo Domingo, el técnico del Alcorcón vivirá un partido "emotivo", el de su reencuentro con el Dépor.

- Especial, emocionante? ¿qué calificativo le pone?

-Emotivo, porque el Deportivo es un equipo al que quiero y le tengo mucho cariño. La verdad es que es un partido que va a dejar huella en mí. Va a ser especial enfrentarme por primera vez al Deportivo.

- Será una tarde de reencuentros, hasta cierto punto, porque la plantilla del Dépor es casi toda nueva.

-Sí. La verdad es que hubo bastantes cambios. Es lógico al jugar en otra categoría y buscar gente con experiencia en ella. Al final han hecho una gran plantilla. Siempre quedan amigos a los que poder saludar y voy a estar encantado de poder abrazarme a ellos.

- Por ejemplo, a Diego Caballo, a quien tuvo en el Fabril.

-Le tengo mucho cariño y mucho aprecio. Es una gran persona, un jugador que está progresando muchísimo y se ha hecho con un sitio en el equipo por méritos propios. Estoy orgulloso y muy contento por Diego. Estaré encantado de saludar no solo a los jugadores, también a la gente del cuerpo técnico, a Barritos, a los doctores? a todos.

- En el Dépor también estuvieron Laure y Borja Galán, así como su ayudante, Javier Manjarín, y el preparador físico, Luis Fandiño.

-Estoy muy contento y satisfecho por todo, por poder trabajar con profesionales como Laure y Borja Galán, y por estar rodeado de un cuerpo técnico muy bueno en el que están Luis Fandiño o Javier Manjarín.

- ¿Está satisfecho con estos cinco puntos en cuatro jornadas?

-Bueno, han sido resultados todos muy ajustados. Quizá por méritos igual teníamos que tener algún punto más. No es que estemos contentos con los cinco puntos, pero son los que son y hay que seguir trabajando para mejorar.

- ¿Cómo es el Alcorcón de Cristóbal?

-Intentamos ser competitivos, poder jugar de tú a tú cada partido y tener opciones de ganar en cada encuentro. Nos adaptamos perfectamente al grupo que tenemos e intentamos sacar el máximo rendimiento.

- ¿Qué le está pareciendo el Dépor de Natxo?

-Es un equipo muy bien consolidado atrás. No le generan apenas ocasiones. Arriba tienen mucha pegada, con muy buenos jugadores determinantes.

- ¿Está construido de atrás hacia adelante?

-Se está manifestando como un equipo muy sólido. Yo creo que las cosas se empiezan a hacer desde atrás. Cuando eres sólido, no encajas goles y tienes jugadores con el talento y la calidad que tiene el Deportivo, lo lógico es que al final acabes ganando los partidos. Igual la idea de Natxo y del Dépor es esa.

- ¿Era necesaria la revolución de este verano a todos los niveles?

-Cuando desciendes hay jugadores que pueden estar implicados en querer salir, otros que no se adaptan al perfil que busca el entrenador... Creo que los cambios son normales y muchas veces necesarios.

- Echando la vista atrás, ¿por qué descendió el Dépor?

-Es difícil encontrar solo un motivo. Lo que sí que estoy seguro es de que no es solamente de la última temporada, ya lo arrastraba las últimas campañas. El equipo necesitaba ser muchísimo más competitivo para afianzarse en la categoría. No lo fue, no lo fuimos, y por eso se consumó el descenso.

- ¿Se encontró con un vestuario viciado?

-Bueno, es muy duro porque a mí no me gusta generalizar. También había jugadores a los que les dolía mucho la situación y estuvieron implicados. Generalizar no es bueno. Hay jugadores más y jugadores menos implicados, pero lo que se necesita en un vestuario es que todo el grupo vaya a una y remen todos en la misma dirección.

- ¿Y en aquel grupo no iban todos a una?

-Yo creo que si se hubiera ido todos a una, igual estábamos en Primera División.

- Ahora desayunan y comen todos juntos en Abegondo, ¿faltaban rutinas así para hacer piña?

-Hoy en día es muy importante no solo fichar futbolistas sino también personas. No solo hay que mirar el aspecto deportivo sino también el humano. Están bien todas esas cosas. En Alcorcón somos un club modesto pero también desayunamos juntos y la mayoría de los días comemos juntos. Está instaurado en muchos equipos pero al final lo importante es la calidad humana que haya en el vestuario.

- ¿Qué le sorprendió más, la noticia de su destitución o la del nombramiento de Clarence Seedorf como su sustituto?

-La verdad es que mi despido era posible. Después de la imagen que se dio en San Sebastián, yo entiendo al presidente y entiendo todo porque al final estás en una situación tan agónica que tomas cualquier tipo de decisión para ver si puedes enderezar la nave. En cuanto a lo de Seedorf, yo tengo respeto a todas las personas. Si el presidente o el club consideró que era lo oportuno, yo desde fuera no tengo mucho tampoco para opinar sobre si era la persona indicada o no.

- ¿Por qué no aceptó seguir en el club desde otra función?

-Después de haber estado intentando ayudar para que el equipo no descendiera, a mí me resultaba muy duro quedarme y creo que no era lo adecuado ni para mí ni para el club. El club necesitaba aire nuevo, igual que yo. Queriendo mucho al club, a la ciudad y a su afición, yo creo que la decisión era intentar pasar una página, recapacitar, reflexionar e intentar recuperarme animicamente.

- ¿Temió quedarse fuera de la rueda de los banquillos?

-No temí porque en ese momento a mí lo que me importaba era estar bien para poder trabajar. En ese momento yo no estaba bien para poder trabajar. Volví a casa, con mi familia, me arropé en ellos e intenté reflexionar y analizar todo lo que había ocurrido, quedarme con lo mejor e intentar aprender de los errores.

- Pese al dolor de bajar, ¿esa experiencia le sirvió para mejorar?

-Yo creo que estas situaciones te ayudan a enriquecerte y a mejorar tanto a nivel deportivo como personal. Son experiencias que nos toca vivir y que nos hacen más fuertes. Una vez que las vives y las sufres, al final acabas siendo más fuerte.

- ¿Le enorgullece especialmente el buen recuerdo que dejó como persona a todos los niveles, por ejemplo entre la afición?

-Siempre he sentido el cariño de la gente y eso para mí es muy importante. Siempre me han respaldado, me han ayudado, y eso no lo olvidaré nunca. A Coruña la tengo en el corazón. Siempre que puedo intento escaparme e ir a ver a los amigos, porque la verdad es que dejé muy buenos amigos.

- ¿Hay alguna cosa que hubiera hecho de otra manera? ¿Se arrepiente de alguna decisión?

-Cuando estuve al frente tomé las decisiones convencido de que eran las mejores para el equipo. Luego, una vez analizas, lógicamente sabiendo el resultado, pues a lo mejor hubieras hecho otras cosas. No hablo de una cosa en concreto, sino en líneas generales. Cuando sabes el resultado es todo mucho más fácil, pero cuando las tomé en su momento era porque creía que era lo mejor para el equipo.

- ¿Cree que volverá a pasar el tren de entrenar en Primera?

-Sinceramente, es que no lo pienso. En lo que pienso es en hacer un gran trabajo en Alcorcón, conseguir los objetivos que nos hemos marcado y a partir de ahí ya veremos lo que viene. Es un error pensar más allá. Nunca sabes lo que puede ocurrir. Lo que hay que hacer es sentirse feliz con lo que hace uno y yo, sinceramente, me siento feliz trabajando, además en un club también muy familiar y muy cercano.

- ¿El Deportivo tiene la obligación de subir? ¿No hacerlo sería un fracaso?

-No sé. El Dépor es uno de los equipos llamados a luchar por el ascenso. Nunca sabes si no subir puede ser un fracaso. Lo que sí está claro es que hay mucha gente ilusionada con que se vuelva a conseguir subir en esta primera temporada en Segunda. Hay más equipos que están implicados y que también quieren subir. Va a haber una pelea fuerte.

- Y el Alcorcón, ¿se conforma con la permanencia?

-Nos estamos marcando objetivos a corto plazo, competir en cada partido y ahora pensamos en competir contra el Deportivo. El objetivo a largo plazo que tenemos es intentar salvarnos cuanto antes, y luego si podemos aspirar a algo más, pues mucho mejor.