El Deportivo encaraba ayer en Tarragona varios desafíos de una sola tacada. Había incertidumbre por ver de qué manera respondía el equipo a domicilio después de su convincente actuación ante el Granada. Ya había brillado ante el Sporting, pero flotaba en el ambiente el traspiés en Alcorcón tan solo una semana después. Necesitaba de esa versión de Riazor si quería aspirar a encadenar dos triunfos por primera vez esta temporada, pero de entrada lo que se encontró fue el tanto del Nàstic.

No había arrancado mal el conjunto de Natxo González, que sin embargo sumaría un desafío más a los 26 minutos con el tanto de Tete. Ahora además debía remontar el partido, algo que no había conseguido en Alcorcón en la única ocasión en la que su contrincante consiguió ponerse por delante.

También logró darle la vuelta al marcador y superar un tercer reto en una jornada crucial, la inmediatamente anterior a recibir en Riazor al líder de la categoría y otro de los máximos aspirantes al ascenso.

Necesitaba ganar el equipo deportivista en su quinto partido como visitante antes de recibir al Málaga en un mes de octubre que será determinante en este primer tramo del campeonato. El conjunto blanquiazul comenzará a compensar el empacho de compromisos a domicilio con partidos en su estadio y lo hará asomado a la parte noble de la clasificación y además reforzado por las sensaciones y los resultados que ha ido acumulando.

El de ayer en Tarragona prolonga la línea ascendente del equipo, que se mostró con la "personalidad" que reclamaba su técnico para poder trasladar a domicilio la imagen mostrada en Riazor. De nuevo el Deportivo fue convincente, aunque con el matiz de que lo fue por primera vez lejos de su estadio. Se pareció el conjunto de Natxo al que la jornada pasada se impuso con autoridad a uno de los gallos de la categoría. Ante el Nástic empleó el mismo equipo que venció al Granada y volvió a darle resultado. Entre Quique -pichichi junto a Rubén Castro y Enric Gallego con seis goles- y una notable actuación colectiva lograron corregir el borrón de Mosquera que dio origen al tanto local.