El Mallorca goleó ayer al Tenerife (4-1) en la que fue la victoria más convincente de la temporada y en años del equipo balear. Pero, por encima de todo, este Mallorca demostró también en este encuentro que es una piña.

El cuadro bermellón había logrado el primer gol en el minuto cuatro y antes de la media hora, el segundo, anotados por Aridai y Lago Junior, y ya en la segunda parte Abdón y Álex López, firmaron un triunfo contundente, el más holgado de la temporada, un rara avis en un equipo que hasta ayer, había logrado tres victorias marcando un solo gol.

Sin apenas darse cuenta, el Tenerife de José Luis Oltra se encontró con una montaña insuperable ante sus narices. El primer gol le ha dejado tocado y el segundo aplatanado definitivamente.

La intensidad, esta palabreja que tanto usan los entrenadores, fue determinante para la suerte del partido. El Mallorca afrontó el duelo dispuesto a morder, a conseguir una victoria que ya hacía un mes que no lograba, desde la visita del Cádiz. El Tenerife intentó arreglar el encuentro en la segunda mitad, pero fue un amago.