Cambios con respecto al anterior partido pero manteniendo el mismo sistema de rombo en el medio del campo que tantas alegrías le está dando al equipo coruñés. Todos pensábamos que repetiría con Expósito, pero la confianza de Natxo en Vicente es total y el jugador canario es un fijo en el once. Arriba Quique sigue demostrando que es jugador de este equipo a base de goles. Uno de ellos lo hizo al inicio del partido, aunque a partir de ahí se vio demasiada relajación, motivada también por el empuje del conjunto cordobés. En este partido Dani Giménez ha demostrado el gran acierto de su fichaje, pues con sus paradas ha sabido mantener vivo al equipo. El gran trabajo de Carlos Fernández -buscando siempre el balón, dando apoyo y haciendo ayudas a sus compañeros- hizo también que el equipo se mantuviese a flote.

Preocupa mucho en el cuadro coruñés que el 90% de las jugadas a balón parado las haya rematado siempre el equipo rival.

La segunda parte siguió por los mismos derroteros que la primera, teniendo mucho más balón el Córdoba que el Deportivo y generando numerosas ocasiones de gol.

Cuando todos pensábamos que el partido acabaría con el Deportivo trayendo los tres puntos, apareció el protagonismo del árbitro, con las expulsiones de Pablo Marí, Borja Valle y la incomprensible del entrenador, Natxo González. Ya con nueve jugadores, llegó el gol del Córdoba, lo que hizo que todos nos quedáramos con mal sabor de boca, pero siendo realistas poco más mereció el Deportivo. Sumó un punto sin haber hecho muchos méritos para traerlo a A Coruña.

Debemos ser optimistas y pensar que ha sido un pequeño paso atrás pero nos vendrá muy bien de cara a futuras visitas que hagamos a campos de equipos que estén en la zona baja, sabiendo que debemos emplearnos con mayor intensidad y seriedad.