Juan Domínguez (Pontedeume, 1990) visitará Riazor el sábado por primera vez desde su salida del Deportivo, al que llegó con 13 años y se marchó con 27. Se siente "muy feliz" en el Reus, con el que ha sido titular en las diez jornadas. Lo juega todo y, además, viene de marcar el tanto de la victoria el pasado domingo ante el Rayo Majadahonda (2-1). Si vuelve a mojar el sábado, adelanta que no habrá festejo: "Ojalá marque y sirva para ganar, pero si hago gol no lo celebraré".

- Por primera vez jugará como visitante en Riazor.

-Sí. Va a ser especial y bastante raro para mí.

- ¿Ahora es un aficionado más del Deportivo en la distancia?

-Bueno, sobre todo estoy centrando en el Reus, que ya bastante tenemos por aquí, y sigo el resto de resultados, incluidos los del Dépor.

- Pero le deseará lo mejor, incluido el ascenso?

-Sí, claro, le deseo todo lo mejor, siempre que no perjudique a mi equipo. Espero ganar el sábado, pero en lo que no nos afecte, le deseo que le vaya lo mejor posible.

- En Segunda brilló con el Dépor en los dos ascensos, ¿qué le faltó para consolidarse en Primera de blanquiazul?

-Pues que la Primera es bastante más difícil. Cuando estás en Segunda en un equipo ganador o que lucha por el ascenso y la cosas van bien y ganas la mayoría de los partidos, más o menos mantenerse te mantienes por inercia. Pero en Primera, como casi lo normal es perder más que ganar y hay muchas derrotas y malas rachas, pues hay muchas más rotaciones de jugadores porque cuando va mal hay que variar cosas, hay cambios de entrenadores y demás. En esos cambios muchas veces estaba yo.

- ¿Se considera un futbolista de Segunda o de Primera?

-No me considero de ninguna categoría. Simplemente me centro en hacerlo lo mejor posible y luego que el fútbol me ponga donde me tiene que poner. Nada más. Yo intento hacer lo que depende de mí.

- ¿Su condición de canterano influyó para tener menos continuidad en la elite?

-Prefiero no entrar en eso. Son temas que generan mucha polémica y prefiero no opinar de ello. Es un tema muy complicado.

- Caballo subió este verano desde el Fabril, ¿cree que ahora se apuesta más por la cantera?

-No lo sé. Ahora, como ya no estoy dentro, sería injusto valorar.

- Quedan pocos compañeros de su época en el Dépor, ¿el reencuentro será especial con Álex?

-Con el que tengo una relación más íntima y con el que más momentos futbolísticos viví es con Álex, aunque la temporada pasada ya nos enfrentamos [con Reus y Sporting]. Eso es algo que viví, pero él ahora está otra vez con la camiseta del Deportivo y serán sensaciones especiales.

- Con Saúl coincidió en el Mallorca, ¿se alegra de su irrupción?

-Mucho. Primero, porque es muy buena persona y me cae muy bien; y segundo, porque se lo merece. Siempre sigue trabajando como el que más, sigue creyendo, y es un premio que se merece totalmente.

- ¿Tiene la percepción de que en el Dépor ahora hay un vestuario más unido?

-Por lo menos da esa sensación. Desde fuera es como que ahora el equipo es mucho más compacto, más sólido, y como que van todos en la misma dirección. Creo que en ese aspecto se mejoró bastante.

- ¿Puede que esté ante el partido más especial o raro de toda su carrera?

-Con todos los momentos que viví, el más especial de mi carrera está muy lejos de serlo. El más raro puede ser, no lo sabré hasta que lo viva y hasta que esté allí. Es algo que podría pasar. Verme de visitante en Riazor será bastante raro.

- No vaya a equivocarse de vestuario?

-Espero que no (risas). Iré en el medio del rebaño para no perderme. Hay muchas cosas que no conozco. Parece mentira, porque estuve allí muchos años, pero nunca tuve la curiosidad de investigar por el otro lado, el visitante. Tendré que ir atento para no equivocarme.

- ¿Qué recibimiento espera de la afición?

-No tengo ni idea. Es algo que ni siquiera pienso. Simplemente estoy centrado en preparar el partido, llegar allí lo mejor posible y, una vez allí, que pase lo que tenga que pasar en todos los aspectos. Tampoco es algo a lo que le dé demasiada importancia.

- Después de un año en el Mallorca y dos en el Reus, ¿se reafirma en que hizo lo correcto al salir del Deportivo?

-Creo que sí. Por lo menos es la sensación que tengo. Tanto en Palma como en Reus la experiencia fue positiva. En Mallorca colectivamente no salió bien e individualmente tuve muchos minutos. El trato de la gente, de la afición y de la ciudad fue de diez en Mallorca y es de diez en Reus. Ahora mismo el grupo humano que hay aún me deja asombrado. Nunca vi cosa igual en el fútbol profesional. Tanto con directivos, como con cuerpo técnico, empleados y jugadores, hay una humildad, respeto, educación y amabilidad que es increíble y no es habitual vivirlo. Estoy encantado porque yo siempre pongo primero lo personal que lo profesional.

- ¿Eso no lo vivió en A Coruña?

-Es diferente. Aquí es mucho más marcado. Es como que es todo mucho más familiar, más campechano. Me recuerda un poco al fútbol de mis orígenes, de los equipos de pueblo que muchas veces eran dirigidos por gente del propio pueblo. Todos se conocen y forman una gran familia. Eso hoy en día en el fútbol moderno es un poco más difícil de ver.

- ¿Está disfrutando del fútbol?

-Soy muy feliz. Pasamos momentos malos por los problemas con las inscripciones [de futbolistas], que nos afectan, pero además del trato humano que es de diez, deportivamente es un estilo que me gusta. Tengo unos compañeros espectaculares y una calidad de vida muy buena. La verdad es que estoy muy contento y muy feliz en Reus.