Riazor vivirá su primer partido sin reubicaciones y sin ningún andamio interior desde que comenzaron las obras tras el fin de la Liga 2017-18, aunque ese paso al frente no quiere decir que la intervención para el cambio de cubiertas esté rematada. Los focos de las gradas de los fondos aún no funcionarán, pero en cambio sí estarán activados los videomarcadores, una de las novedades en el día de hoy. Casi toda la cubierta está lista. Solo corren riesgo de mojarse esta tarde ante el Reus los seguidores que tengan los asientos asignados en la zona en la que entroncan las cuatro gradas. En cuanto se acabe toda la intervención en el interior, se abordarán las labores a acometer en el exterior y en los alrededores del estadio que también serán acondicionados tras haber sufrido una obra de más de cuatro meses.