David Simón regresará este sábado a Las Palmas para enfrentarse al equipo en el que militó una década y disputó 109 partidos. Espera recibir una bienvenida cordial de la que hasta hace poco fue su afición.

- Vuelve a la Isla en un estado pletórico con el Dépor. ¿Cómo se imagina el duelo del sábado, tras firmar 109 partidos de amarillo?

-Tras muchos años en la Unión Deportiva [casi una década entre el filial y primer equipo] se te hace raro y muy especial pisar el Gran Canaria. Ver el amarillo al otro lado... Solo pienso en el Deportivo, estoy muy contento en A Coruña, vamos a Las Palmas a intentar sacar los tres puntos.

- ¿Qué espera del Gran Canaria y de los fieles amarillos?

-No pienso en eso, siempre fui profesional en la UD. Estoy eternamente agradecido al club, afición, entidad, dirigentes, compañeros, entrenadores... Mi ciclo terminó con una temporada mala para todos. Y es comprensible que el público estuviese cabreado. Voy a jugar, voy a disfrutar, y a intentar que mi equipo gane. Que ahora es el Dépor.

- ¿Por qué y cómo logró la adaptación perfecta con Natxo González? El director deportivo Carmelo Del Pozo apostó por usted y acertó. Suma 981 minutos, es indiscutible en el equipo titular...

-Sobre todo a la confianza, aquí me han dado brindado un respaldo increíble. En todos los aspectos, en todos los sentidos. Me han tratado espectacular, y cuando sientes ese cariño; solo puedes trabajar duro para devolverlo. Estás obligado.

- ¿Está cansado de le comparativa con Manuel Pablo? ¿Es un halago o una carga?

-No me cansaré de repetirlo. Es un halago que me comparen con Manuel Pablo. Hizo una carrera espectacular, tuvo grandísimos momentos y en la etapa dorada del Dépor dejó su firma. Incluso tras una grave lesión. Tuvo que recuperarse y estar al nivel más alto. Que me comparen con un internacional y grandísima persona es un halago y una motivación. Cuando me lo encuentro [Manuel Pablo forma parte del cuerpo técnico del Fabril], nos saludamos y hablamos cordialmente. Para mí, es toda una figura.

- Vicente sigue su línea y tónica de alto rendimiento. ¿Cómo es el día a día de dos grancanarios?

-Vicente es un gran jugador y goza de ese plus que se llama confianza. Quedamos y nos echamos un cafecito por la tarde. Estamos muy contentos de esta nueva aventura. Nos sentimos protagonistas.

- Natxo González le reclama ser ofensivo, con una llegada obsesiva al área. Recuperó su mejor versión. La que ya mostró en filiales, con Herrera y Setién. ¿Cómo es el libreto del técnico vitoriano?

-Aprendo mucho con el míster, sobre todo en los aspectos técnicos y tácticos. Te otorga un papel importante en el juego, crees en tus cualidades y facultades. Tenemos que aprovecharlo, todos sus recursos. Y disfrutar de lo que nos enseña porque es una de las mejores formas de afrontar un partido. Al ataque.

- ¿Firma el ascenso de Dépor y Las Palmas el próximo junio?

-Ojalá que ascendamos los dos y de cualquier forma. Pero es una liga muy larga, hay que ir paso a paso. Y sobre todo hay que ser regulares. Los errores se pagan muy caros.

- Manolo Jiménez le pidió que siguiese en Las Palmas. ¿Siente que le defraudó?

-Hasta el último instante trató de convencerme. Me llamó el Dépor y sabía que era mi sitio. Quería estar aquí; lo tenía en mi cabeza. Sellamos un acuerdo, estoy agradecido a todos, a todas las partes, a toda la Unión Deportiva. Solo quería jugar aquí. Por club, entidad, historia... Acerté. Debo currar duro para lograr los objetivos que nos hemos marcado.

- ¿Su salida fue una liberación? ¿Ya no podía seguir más?

-Es lo que me faltaba, tenía que salir. Acabó un ciclo y me da pena. Es el club de mi corazón, con el que logré éxitos muy grandes. Ascenso, jugar en Primera... Tenía que irme. Vuelvo a crecer. Fue una liberación, pero a la Unión Deportiva Las Palmas, le deseo lo mejor.

- ¿Le duele ver un equipo amarillo sin grancanarios?

-Como canterano, y que me lo curré bastante, que muchos jóvenes me consideren un ejemplo es muy emotivo. La cantera sigue ahí, está viva. Hay chavales muy buenos. Ahora se ha incidido en otro proyecto, han venido grandísimos jugadores. Pero seguirán saliendo y para mí es un orgullo verles crecer.

- ¿Le hubiese gustado irse de otra manera? Viera, Vicente o Lizoain tampoco salieron de una manera acorde a su brillo...

-Son cosas que pasan, se deciden así. Yo llegué a un acuerdo, fue lo mejor para todas las partes. Un jugador no puede estar toda la vida en un mismo sitio. Hay ciclos. En mi caso, no le doy más vueltas. Estoy en el Dépor, estoy centrado y soy feliz. Tremendamente implicado, y sin olvidar todo lo que logramos por la Unión Deportiva.