Dani Giménez (Vigo, 1983) ha aportado al Deportivo la estabilidad a la portería que le había faltado en las últimas temporadas. Desde su posición en el campo disecciona la propuesta de Natxo González, la evolución del equipo y el desafío de mañana ante Las Palmas.

- Cuatro victorias y dos empates en seis partidos antes de visitar Las Palmas...

-Es el resultado del trabajo diario. El equipo ha mejorado el ataque posicional sobre todo, perdemos los balones más arriba y eso nos facilita la presión alta y recuperar más pronto. Eso te va dando más confianza para afrontar los partidos porque ves que haces daño al rival en lo que trabajas cada día, desde pretemporada prácticamente.

- ¿Han crecido a base de resultados?

-Los resultados ayudan y creo que también la calidad individual. Ha habido momentos en los que hemos estado más espesos y conseguimos marcar a raíz del acierto de un delantero o incluso con el balón parado, que lo estamos aprovechando tanto en defensa como en ataque. Todo suma, pero especialmente son los resultados los que te hacen encontrarte mejor.

- ¿Notan su buen momento en el modo en el que plantean los rivales los partidos?

-Hay más respeto, pero también es cierto que en Segunda División los equipos cambian mucho cuando juegan fuera o en casa. A todo eso sumas que tienen que venir a Riazor y que el equipo está bien y no les das opciones a aspirantes al ascenso. Durante toda la semana se preparan un poco para correr detrás nuestra e intentar que se vean nuestras debilidades, pero si nosotros estamos bien con el balón es complicado que salgan.

- De la Bella aseguró el miércoles que nadie juega mejor que el Deportivo...

-Hay más equipos que juegan bien. Habría que saber también que es jugar bien, se puede hacer de muchas maneras. Se puede jugar bien directo o sacando el balón jugado y luego buscando las espaldas, como hizo el Reus la semana pasada. Estamos jugando bien porque estamos haciendo lo que realmente trabajamos. Es una manera de reforzar la confianza. Cuando estás todos los días machacando un sistema, la salida del balón y metiendo variantes, es como descolocas a los equipos. Quizá lo mejor que tenemos es que hay muchas variantes.

- Al principio les achacaban precisamente eso, que el juego resultaba previsible...

-Eso ha mejorado. Antes lo trabajábamos igual, pero quizá era demasiado prematuro para que la gente realmente se soltara.

- ¿Dónde cree que debe mejorar más el equipo?

-Aún tenemos que aprender, aunque por momentos lo hemos hecho, a saber cuándo presionar cuando no tenemos el balón. Es cierto que fuera de casa se nos ha visto replegar más, pero muchas veces es por circunstancias. En eso sí tenemos que mejorar un poco porque saltamos a la presión descoordinados. Hay que diferenciar cuando meterse atrás porque te están obligando o cuando puedes salir a la presión. Son matices, porque quedan muchos partidos, pero mejoraremos, está claro.

- ¿En qué les insiste más Natxo?

-Lo quiere tener todo atado. Si el juego aéreo es importante una semana, lo trabajamos con insistencia en ataque y en defensa; si la salida de balón es especial por la derecha en un partido, lo mismo. Trata de que el equipo sepa lo que se va a encontrar y a la vez sepa manejar las diferentes variantes por si hay un cambio de sistema. Intenta trabajar un poco todo y ser riguroso en el trabajo. Si al final pasa lo que has trabajado, refuerza al entrenador y nos refuerza a los jugadores.

- ¿Qué creen que se van a encontrar en Las Palmas?

-Es una forma de jugar distinta a la nuestra, pero tienen jugadores de muchísimo talento. Si hablamos de variantes ellos tienen muchísimas. No juegan de la misma manera en casa que fuera, solo han encajado un gol en su estadio y tienen una solidez defensiva espectacular; luego tienen gente arriba como Araujo, Rubén Castro, Rafa Mir o Maikel Mesa. Tienen un poco de todo para crecer como equipo y han tenido momentos de duda porque los resultados no les han salido. Es una propuesta más, diferente a la nuestra pero que se puede adaptar a cualquier cosa que pase en el partido. Al final esos equipos son los más peligrosos.

- Se va a reencontrar con su excompañero Rubén Castro, ¿qué le puede contar a sus compañeros en la defensa sobre él si le preguntan?

-Donde más rinde es jugando con dos delanteros o con un mediapunta que haga el trabajo sucio para estar más cerca de las zonas de remate. Rubén es seguramente junto a nuestros delanteros el más importante de la categoría en cuanto a término de goles y además cae a banda para sacar buenos centros y pierde pocos balones. En cuanto a trabajo no está al nivel de otros, pero siempre está ahí. Cualquier facilidad que le des la puede aprovechar.

- ¿Es el partido más importante en lo que va de temporada?

-El importante es el que juegas. Es cierto que si a principio de temporada ves las plantillas te fijas en Las Palmas y Málaga, pero también estaban el Sporting, el Zaragoza... hay muchos equipos. Está todo tan igualado que un punto perdido en cualquier campo es el que te puede colocar arriba. A priori es un equipo para el ascenso, sin duda. Es uno de los partidos que son realmente bonitos para jugar, no necesitamos motivación extra. Sales a jugar con la ilusión de ganarle a un equipo que está a tu nivel.

- ¿Ha encontrado en el Deportivo lo que venía buscando cuando fichó este verano?

-Estoy encantado con la situación porque me está yendo bien, pero gran parte de lo que estoy haciendo es gracias a Adri (Ortolá), a Pedro (López) y a Álex (Cobo). Somos quizás algo aparte, pero estamos siempre juntos y se nota a diario el trabajo y la competencia sana que hace que todos estemos enchufados y que la gente del filial también aporte.

- La competencia no es exclusiva de la portería, ¿cómo se vive dentro de la plantilla?

-En cualquier momento puede pasar cualquier situación desagradable. Hemos visto lo que ha pasado con los delanteros. Borja (Valle) y Fede (Cartabia), que serían titulares en todos los equipos de Segunda, se han lesionado y tenemos a otros que están jugando y lo están haciendo muy bien. Tenemos a gente como Carles (Gil) o Pedro (Sánchez) que pueden ayudar tanto en la mediapunta como en otras posiciones. En la defensa ha habido bajas y han entrado otros compañeros. Eso es bueno para el equipo y sobre todo se verá al final cuando haya más tensión.

- ¿Cómo es la convivencia en el vestuario con esa competencia?

-Es un vestuario normal. Lo que se ve en el equipo es que somos gente santa, competitiva y con ilusión, que es lo que hace falta. En Segunda División hay que apartar los egos, pero el carácter y el ansia competitiva lo tiene todo el mundo.