Prueba de nivel para esa máquina cada día más engrasada que es el Dépor de Natxo. El equipo de los "hombres y no nombres" visita a un proyecto ambicioso, una colección de cromos de futbolistas de otra categoría. Dos recién descendidos, dos maneras de enfocar un mismo objetivo: el ascenso. Las Palmas defiende su fortín acuciado por la presión que genera su fuerte inversión y porque ve al Dépor en las alturas, tres peldaños por encima. Si gana, todo se igualará, la partida comenzará de nuevo. Pero si el equipo coruñés saliese victorioso, la estocada no sería pequeña para el conjunto amarillo, que se quedaría a dos partidos de distancia de uno de sus rivales. El Dépor, ante la posibilidad de dar un golpe encima de la mesa.

Natxo, aún confinado en la grada, se enfrenta a la prueba del algodón para su equipo y su modelo. Enfrente se encontrará con un Las Palmas débil a domicilio, pero sólido en casa, donde solo ha encajado un gol. Su amenaza es la descomunal pegada del trío formado por Rafa Mir, Rubén Castro y Araujo. A pesar de la materia prima con la que cuenta, no termina de jugar bien al fútbol ni tomar los partidos por asalto, ya que Alcorcón y Albacete ya robaron puntos de su feudo. El Dépor quiere el protagonismo, la pelota (y a su rival no le importará cedérsela y correr con espacios) y quiere imponer ese juego de posición y desgaste con fútbol de dentro hacia fuera que acabe encontrando las costuras amarillas y que también le permita protegerse con la pelota. No habrá muchos cambios en Las Palmas. La baja de David García obliga a Jiménez a cavilar un sustituto. Deivid y Mantovani son las alternativas con el primero mejor posicionado. Más dudas hay en el Dépor, ya que varios meritorios piden paso tras haber disfrutado de oportunidades por lesiones, sanciones o rotaciones. Pedro Sánchez gana enteros para seguir añadiendo un matiz más directo al fútbol blanquiazul, Somma y Pablo Marí se disputan un puesto y será, por fin, el día en el que Natxo apueste por Edu a domicilio. Saúl puede volver a arrebatarle la silla a Diego Caballo.

Vicente Gómez y David Simón serán las caras de un duelo futbolístico, pero también emocional. Son los últimos exponentes de un trasvase que comenzó hace noventa años con Hilario Marrero y una fuga de película y que ha traído hasta A Coruña, a veces con paradas intermedias, a futbolistas como Betancort, Trona, Manuel Pablo, Valerón o Turu Flores. Hoy les tocará a ellos en una tarde de emociones a flor de piel y con mucho en juego.