Óscar Gilsanz (Betanzos, 1973) lleva durante la semana el escudo del Dépor y el sábado y el domingo viste, al igual que sus jugadores, los colores del Laracha, tercer equipo de la entidad blanquiazul. El técnico explica las claves y los entresijos de un proyecto que aún gatea.

- ¿Cómo es empezar a entrenar en la cadena de filiales?

-La experiencia está siendo muy buena. Un contexto diferente. Es, sobre todo, muy estimulante y enriquecedor trabajar con un grupo joven con hambre y con ganas de ir dando pasos en esto del fútbol.

- ¿Notará las diferencias?

-Claro. No es un primer equipo, se trabaja en cadena. Tenemos que unir sinergias y fuerzas.

- ¿Le marcan desde arriba algún estilo de juego concreto?

-No tanto eso, como que viene dado por los futbolistas que tenemos de Abegondo, que son unos jugadores con una calidad técnica individual superior. Es un gran grupo.

- ¿Les ayuda competir y compartir vestuario con veteranos?

-Son fundamentales para que los chicos se sientan arropados y para que el equipo funcione. Es la mejor manera de sacarles rendimiento.

- ¿Le ha sorprendido el inicio?

-No soy de mirar a largo plazo. Suelo atender al rendimiento en el trabajo diario y, en ese sentido, desde el principio ha sido muy bueno. Ahora está de moda decir que piensas partido a partido desde que lo dijo Simeone, pero el 95% de los conjuntos funcionan así. Todo lo que sea mirar más lejos es un error.

- ¿Cómo se convence a futbolista que ven cerca el primer equipo de que aún deben esperar?

-Es una parte importante de este proyecto en el que el Dépor tiene puesta tanta esperanza. Tenemos que hacer ver a los chicos que hay que ir quemando etapas poco a poco y que es bueno que no se salten pasos, que vayan encontrando su rendimiento en esos pasos cortos.

- Pero no es fácil, por ejemplo, a un joven como Ricardo, que viene de una final europea sub 19, decirle que ahora debe competir en Tercera. ¿Lo ve así?

-A lo mejor es que no conocemos lo que es la Tercera. Hace unas semanas vimos jugar al Madrid en Melilla y siempre se habla de las profesiones de los jugadores. Se da una imagen irreal de lo que es la Segunda B y la Tercera. Son categorías complicadas, donde hay futbolistas profesionales, que viven de esto y que tienen una dedicación y una calidad fuera de toda duda. Es siempre un paso adelante que los chavales puedan competir en ellas.

- ¿Cómo se pone de acuerdo con el técnico del Fabril?

-Ricardo, Kanoute, Boedo, Ortuño y Adri Castro son los cinco futbolistas que alternan. Somos un eslabón y tratamos de que funcionen los engranajes. El Fabril y el Laracha estamos en contacto a través de la dirección deportiva y los técnicos.

- ¿Empuja a los jóvenes que sea su segundo año en Tercera?

-Sí, y el segundo año es siempre en el que mejor rendimiento se saca a los futbolistas.

- El otro día lució un tanto de Iago Novo ante el Polvorín. ¿Lo ve en un buen momento?

-Sí, pero no me gusta personalizar. Hay calidad, no solo en Iago, para realizar estas jugadas tan atractivas. Pero el valor es el trabajo colectivo. Esas acciones aparecerán porque son jugadores con un talento grande, pero queremos que sigan trabajando, mas allá de estos detalles, para que se vuelvan más habituales y que sean capaces de dar pasos a nivel competitivo.

- ¿Hay materia prima en su equipo para abastecer al Dépor?

-Sí, pero es un proceso a largo plazo. De siempre. A veces se mira hacia la cantera cuando hay necesidad de encontrar una ilusión para el primer equipo y yo creo que esas cosas surjen, que hay que dejarlas correr, madurar. Cada jugador tiene un ritmo de crecimiento distinto, hay que tener calma. A veces queremos ver cosas, las hayas o no.

- El Laracha está en la zona alta y la pasada temporada sufrió para salvarse. ¿Qué cambió?

-Son años diferentes por la composición de la plantilla y por muchos detalles, aunque no me gustaría caer en la comparación. Los jóvenes tienen hambre y es clave la aportación de los veteranos porque están comprometidos con la idea.

- Cuando fue destituido Tito Ramallo, ¿pensó que podría ser usted el recambio en el Fabril o hubo algún tipo de conversación al respecto con el club?

-No, para nada. Los entrenadores estamos a expensas de lo que el club decida, pero no se me pasó por la cabeza. Nos llamaron para esta empresa y estamos centrados en ella. La relación con Tito era excepcional. Ya tenía con él amistad desde hace muchos años. A Sergio (Pellicer) lo acabo de conocer y la dinámica de trabajo es la misma.