Deportivo y Osasuna compartieron una temporada nefasta en 1973-74 cuando ambos equipos cayeron a Tercera División -todavía no existía la Segunda División B, creada seis años después-. El descenso del conjunto navarro entraba dentro de lo previsible, pues llevaba unos años logrando la salvación sobre la bocina; de hecho en el curso anterior se había librado tras disputar la promoción por la permanencia. Peor sentó en A Coruña la pérdida de categoría de los blanquiazules, que habían llegado en ese curso a Segunda procedentes de Primera División. Fue el inicio de la particular longa noite de pedra deportivista.

Se encontraron pronto Deportivo y Osasuna, que jugaron en Riazor en la segunda jornada un 9 de septiembre de 1973 partido en el que igualaron (1-1); partido en el que marcaron dos defensas en el plazo de un minuto. Puente anotó para los navarros en el 68 y David Vidal hizo el empate en el 69. Sí, el afamado técnico de Portosín que apenas militó dos temporadas en el primer equipo coruñés. Fue el aviso de que lo que resultaría la temporada. El cuadro coruñés, dirigido entonces por Fernando Riera, había perdido en Córdoba en la jornada inaugural (2-0) y en su estreno como local fracasaba ante su parroquia. Riazor tuvo que esperar hasta la jornada sexta para ver el primer triunfo de su equipo, venció al Levante (1-0), y colocarse con tres puntos. Tras la octava fecha, en la que empató en casa con el Hércules (1-1), el entrenador chileno fue despedido. Arsenio Iglesias, exentrenador del Deportivo, era en ese momento el técnico herculano. Fue sustituido Riera por Carlos Torres al que siguieron en el banquillo Enrique Orizaola y José Antonio Irulegui, que fue el que acabó el curso y después ascendió desde Tercera.

Aquel Deportivo-Osasuna fue la primera decepción de una dura temporada para la parroquia blanquiazul. "La verdad es que no recuerdo aquel gol; ya pasó mucho tiempo", afirma David Vidal desde su residencia en Sancti Petri (Cádiz). "De lo que me acuerdo es que ese año nos fue muy mal y que yo, un defensa central, era el máximo goleador del equipo cuando llegamos a navidades", añade.

Fue una temporada negativa para el Deportivo pero también para el entonces joven central blanquiazul. "Estuve tres años en el Fabril y uno cedido en el Lleida, todo gracias a Arsenio Iglesias, y cuando debuté acabé rompiéndome un menisco, lesión de la que parecía no recuperarme, entonces me dieron la baja federativa y me marché al Cádiz, donde pude volver a jugar al fútbol. Y como ya estaba bien, el presidente de aquella época -Antonio González- me quiso reclamar un dinero" cuando el exdefensa tenía contrato por dos años más y no cobró por ese concepto.

Pocos recuerdos tiene David Vidal, como la mayoría de los jugadores. También es el caso de Piño, un hábil extremo que acabó fichando por el Salamanca en Primera División, que nada se guarda de aquel encuentro. "Es complicado después de tanto tiempo", asegura el extremo coruñés. La Hoja del Lunes de la época recoge en su crónica que David fue el mejor del partido "un defensa con gran futuro" y que Piño había recibido "mucha leña", porque se había mostrado también muy "habilidoso".

El gol de David llegó un minuto después de que Puente adelantara a Osasuna, al cabecear un centro que "Seijas dejó pasar", según la información de la época. "No sé; no creo que Seijas la dejara pasar porque los delanteros lo que querían era marcar goles", afirma Vidal. "Supongo que sería un córner", dice. Y no, el recuerdo, desde aquella grada de Junior, es que el balón llegó desde la derecha, centrado por Piño que David cabeceó casi a puerta vacía. "No me acuerdo", insiste.

La campaña se cerró con el descenso de los dos equipos a Tercera, aunque volvieron a la categoría de plata al curso siguiente, pero los navarros volvieron a descender de inmediato. Después llegaron épocas más gloriosas para ambos, tanto en Primera como en las competiciones europeas.