Natxo González lleva cuatro temporadas en Segunda División, pero poco a poco va creando escuela y consiguiendo que algunos de sus exfutbolistas o excompañeros empiecen a seguir sus directrices o, simplemente, se declaren abiertamente influenciados por libreto del técnico vitoriano. Si hace unas semanas se topó en Riazor al enfrentarse al Reus con Xavi Bartolo, ahora en el Dépor-Numancia se reencontrará con Aritz López Garai, que estuvo a sus órdenes entre 2015 y 2017 en Segunda y Segunda B y fue su sucesor en el banquillo del equipo catalán.

"He aprendido mucho de Natxo", declaró abiertamente hace unos meses el ahora entrenador del Numancia cuando era el máximo responsable del Reus y se midió al Zaragoza. De su extécnico, que lo rescató para cerrar su carrera en el Reus después de dos experiencias en Chipre y Rumanía, heredó el gusto por construir el fútbol desde atrás y por un balompié de posesión. Es habitual ver a Escassi incrustarse entre los centrales para sacar la pelota jugada y tirar de paciencia para buscar las costuras del entramado defensivo rival. Lo que le diferencia de su mentor es que él no apuesta por el rombo en su proyecto en el Numancia. Su dibujo olvida a los dos delanteros y, con matices y variantes según el guión de los duelos, se agarra al 4-5-1 y recurre a la velocidad de futbolistas de banda en el centro del campo como Yeboah, Oyarzun o Nacho.

Con pasado celtista

López Garai es, además, ex del Celta, al igual que su segundo Cristian Bustos. No pudo enfrentarse al Dépor con la camiseta viguesa, algo que tampoco hizo su ayudante en la temporada en la que ascendieron los dos a Primera, en la 2011-12, aunque sí presenció algunos de esos encuentros desde el banquillo. Tras subir fue uno de los más activos en plaza América y, de hecho, protagonizó una anécdota al caerse del escenario en la celebración.