El Málaga duerme como líder provisional de LaLiga 1 2 3 tras imponerse ayer al Cádiz (1-0) en el partido inaugural de la decimoctava jornada, con un gol del capitán Fede Ricca. El triunfo de los malagueños significó también el final de una racha de siete triunfos consecutivos de los gaditanos, que recibirán al Deportivo el próximo sábado día 22 en la que será la última jornada de 2018.

Ese tanto de Ricca llegó en el minuto 70, tras un barullo a la salida de un córner. Su compañero Jack Harper se revolvió en el lado derecho del área, efectuando de inmediato un centro mordido y que el capitán remató con la diestra junto al palo izquierdo. A partir de ahí, el Cádiz se quedó sin capacidad de reacción en La Rosaleda y todavía lamentándose por la polémica de la primera parte, cuando el colegiado no señaló un penalti a los amarillos.

El triunfo del Málaga lleva al equipo de la Costa del Sol a la primera plaza de la clasificación y desplaza al cuadro coruñés a la cuarta, aunque pendiente de todo los demás partidos de esta jornada que cerrará precisamente el equipo blanquiazul mañana contra el Zaragoza. El Granada podría recuperar esta tarde ese lugar de privilegio si vence al Oviedo en Los Cármenes (16.00 horas) y el Alcorcón también podría desplazar a los malaguistas mañana en el caso de que se impongan a Osasuna en El Sadar. Pero hay más, si el Deportivo se impone al Zaragoza en el último encuentro de la jornada todo volvería a ser como estaba hasta ayer. Incluso podría suceder que el cuadro de Nato González acabase en lo más alto de la tabla.

El Cádiz, además de dejarse los tres puntos y ver rota su racha de siete partidos consecutivos ganando, pagará otra cuenta por este partido, como es la lesión de Sergio Sánchez, que podría perderse el choque contra los coruñeses, y la quinta tarjeta amarilla de José Mari justo antes del descanso.

Los malaguistas suman su segunda victoria consecutiva y recuperan el liderato provisional tras imponerse por 1-0 al Cádiz con un solitario gol de Ricca a 20 minutos del final. Con mucho sufrimiento, como ya está acostumbrado, el conjunto blanquiazul doblegó a un rival directo y alcanza ya los 35 puntos.

La primera parte fue horrible, un bodrio. Tuvo que ser infumable para el espectador neutral. Tan solo creció en intensidad en los últimos minutos después de que los gaditanos reclamaran penalti por mano de Pau Torres que Trujillo Suárez no señaló. Sin fútbol ni apenas ocasiones llegaba el partido al descanso.

El Málaga cambió su imagen tras el paso por vestuarios y decidió mandar en el partido y buscar los tres puntos. Y cuando el equipo es valiente, gana. Los primeros compases de la segunda mitad fueron un aluvión de ocasiones que no encontraron en gol por la falta de puntería y la gran actuación del meta visitante.