Una semana después de su resbalón contra el Numancia, el Deportivo vuelve a jugar en Riazor sin el peaje de un partido como visitante. El estadio blanquiazul representa de antemano el mejor de los escenarios tras ese tropiezo inesperado ante los sorianos porque es delante de sus aficionados donde se ha visto la mejor versión del equipo. Un compromiso a domicilio inmediatamente después del empate de la semana pasada hubiera aumentado la exigencia para lograr un resultado que permita al conjunto de Natxo González mantener el ritmo del resto de aspirantes en la cabeza de la clasificación. Pero aún así los deportivistas estarán esta tarde (20.30 horas) obligados a derrotar a un Zaragoza en horas bajas que visitará Riazor exigido por su precaria situación en la tabla.

El equipo blanquiazul necesita un triunfo para no perder compás en los puestos de privilegio y al mismo tiempo para arreglar el borrón que dejó el empate contra el Numancia. Más que el resultado, fue el modo en el que los sorianos lograron igualar los dos tantos de diferencia con los que los deportivistas se marcharon al descanso. La autocomplacencia y la superioridad que ha mostrado de manera tradicional el equipo ante sus aficionados terminaron por traicionarlo. Los dos puntos que se le escaparon deberá descontarlos entre el partido de esta tarde y la visita a Cádiz con la que se alcanzará el paréntesis navideño.

El modo en el que Natxo afrontará el partido, sin embargo, todavía es una incógnita. El conjunto blanquiazul ha ido mutando hacia un estilo más directo y menos pegado a la pelota. En ocasiones le ha funcionado de maravilla, como ante Oviedo y Osasuna, pero ante el Numancia le perdió la cara al partido precisamente cuando se olvidó del balón. Está por ver si el técnico recupera el juego que caracterizó al equipo al comienzo del campeonato o insiste en la versión más reciente para imponerse a un rival con muchas urgencias.

La alineación para recibir al Zaragoza también se mantendrá entre interrogantes, aunque más por el estado físico de algunos jugadores que por los cambios que podría conllevar el empate de la semana pasada. Cartabia ya está disponible tras su lesión y Caballo apunta al once en lateral izquierdo como sustituto del sancionado Saúl.

Más dudas hay en el otro costado. Bóveda podría mantenerse en el equipo debido a las dudas que todavía comprometen la presencia de David Simón.

El atacante se encontrará con el Deportivo, al que estuvo a punto de unirse en 2016, convertido en el máximo goleador del Zaragoza con cuatro tantos.