El nuevo entrenador del Zaragoza, Víctor Fernández, quiere acompañar al equipo aragonés "a soñar", según dijo en su presentación como técnico del equipo maño, en sustitución de Lucas Alcaraz, destituido tras la derrota del cuadro zaragocista frente al Deportivo. "La cabeza está para pensar y el corazón para soñar, y quiero acompañar al equipo a soñar", señaló Víctor Fernández durante su presentación.

El preparador zaragozano, y exentrenador del Deportivo indicó que llega "con toda la ilusión del mundo" porque sin ilusión no se puede afrontar un desafío de la envergadura que tiene ante sí.

También comentó que el miedo es una emoción que a unos les atenaza y a otros les estimula y que él es del segundo tipo de personas. "El único miedo es no superarme lo suficiente para que el equipo dé lo que puede dar", matizó.

"No me costó nada decidirme para volver al Zaragoza. En el momento en que me lo plantearon uno se siente en la obligación de decir que sí. Soy zaragocista, es mi casa, jamás podré compensar lo que el club me ha dado y en estos momentos de dificultad no me podía negar", destacó el nuevo entrenador del conjunto aragonés, y añadió que el nivel de rendimiento de la plantilla está "muy por debajo" de la expectativas del inicio de temporada.

Igualmente, se mostró "convencido" de que las cosas "van a salir bien" y aseguró que no tiene miedo porque el miedo atenaza y no permite expresarse ni vivir.

"Tengo fe y convicción, tengo un buen grupo y con el apoyo de todos saldremos adelante", manifestó un Víctor Fernández que cumplirá su tercera etapa al frente del banquillo zaragocista.

El entrenador maño llega al club sin cobrar nada, algo que dijo que solo puede hacer con el Zaragoza, "con nadie más".

Víctor Fernández recordó que el partido más importante para él fue el primero que dirigió al club y que eso creó un vínculo "para siempre" por el que estará "eternamente agradecido".