La racha de 13 partidos invicto que acumula el Deportivo tiene un borrón fuera de casa. De esos encuentros sin perder solo ha conseguido ganar uno a domicilio. Fue ante el Nàstic a finales del mes de septiembre. Desde entonces han pasado ya casi tres meses sin un triunfo como visitante que hubiera lanzado al conjunto de Natxo González en la clasificación.

Desde su visita a Tarragona, el Deportivo ha empatado los cuatro encuentros que ha jugado lejos del estadio de Riazor. Los jugadores niegan que se haya convertido en una obsesión ganar a domicilio, pero al mismo tiempo reconocen que no han alcanzado en sus desplazamientos la versión que sí han mostrado como locales.

La autoridad y la seguridad que transmite el equipo en Riazor no se ha podido ver como visitante salvo en ese encuentro de Tarragona que se solventó con un claro triunfo para los blanquiazules (1-3).

Ante el Cádiz mañana tendrán una nueva oportunidad de lograr esa victoria a domicilio que les permita finalizar el año en puestos de ascenso directo y distanciando en la clasificación a otro de los aspirantes al ascenso.