El Deportivo regresará mañana al trabajo tras el parón navideño cargado de buenos propósitos para 2019. Uno de más importantes, clave para poder aspirar con garantías al ascenso, será mejorar su rendimiento y sus resultados en los partidos a domicilio. Es el tercer mejor visitante de la categoría, con 12 puntos en diez salidas, pero lejos de los dos primeros en ese apartado: Granada (18 puntos) y Albacete (17). Ese discreto botín lejos de Riazor contrasta con la extraordinaria fiabilidad que el Dépor está mostrando en casa, donde sumó 23 puntos de 27 posibles. Sigue invicto ante su público y solo cedió dos empates, ante Málaga y Numancia. Los otros siete encuentros en A Coruña los ganó todos.

En cambio, lejos de su feudo solo venció en dos ocasiones, en los campos del Extremadura y el Nàstic. Hoy se cumplen tres meses desde aquel triunfo convincente en Tarragona (1-3), con dos goles de Quique González y otro, el tercero y definitivo, de Christian Santos. Mucho tiempo sin vencer fuera, una mala racha que el Dépor intentará romper en la primera salida del año, el sábado 12 de enero en Son Moix (20.30 horas). Antes de llegar al ecuador del campeonato en Palma de Mallorca, el conjunto blanquiazul abrirá 2019 recibiendo al Lugo el próximo domingo a las 17.30 horas. Para ese compromiso Natxo González espera poder contar con Carlos Fernández, que se perdió por lesión los últimos tres encuentros de este año.

Con 23 puntos sumados en casa, el Deportivo es el segundo más fuerte como local, solo por detrás del Málaga, que se embolsó un punto más como anfitrión en el mismo número de partidos, nueve. Un balance muy positivo en A Coruña, donde el equipo blanquiazul sumó prácticamente el doble de puntos que fuera pese a haber afrontado más encuentros a domicilio, diez, que en casa, nueve. Riazor vale doble en Segunda, pero no alcanza para sellar de forma directa el billete de regreso a la máxima categoría. El Dépor necesita mejorar fuera, donde le cuesta mucho más competir con la personalidad y la valentía con la que suele arrinconar a cada uno de los rivales que pasan por su estadio.

El bajón de la escuadra blanquiazul cada vez que tiene que hacer las maletas le pasa a todos los equipos, aunque hay ejemplos en los que la tendencia es a la inversa. Son los casos del Extremadura y del Reus, que se embolsaron más puntos en sus desplazamientos (10 cada uno) que ante sus respectivas aficiones (7). De hecho, el equipo catalán fue capaz de dar la sorpresa en su visita al Alcorcón y llevarse los tres puntos de Santo Domingo, donde el Deportivo encajó la primera de las dos derrotas que sufrió en lo que va de campeonato. Extremadura y Reus, ambos actualmente en puestos de descenso, sumaron únicamente dos puntos menos que el Dépor a domicilio, pero como anfitriones son los más débiles de toda la Segunda División.

Último día de descanso

Tras perder en Cádiz en la despedida de 2018, la plantilla del Deportivo disfrutó de ocho días de vacaciones, que finalizan hoy. Los futbolistas blanquiazules están citados mañana en Abegondo para completar una doble sesión, la matinal desde las 10.30 horas y la vespertina a las 16.30. El Lugo, su próximo rival, vuelve hoy al trabajo, también en doble turno.

El entrenador del equipo lucense, Alberto Monteagudo, no podrá contar para la cita de Riazor con sus dos centrales titulares, Josete Malagón y Miguel Vieira, ya que tendrán que cumplir un partido de sanción tras ver la quinta tarjeta amarilla la pasada jornada. Además, Campabadal es duda para enfrentarse al Dépor por problemas físicos. El Lugo llegará a A Coruña tras dos empates seguidos, en Almería (1-1) y en el Anxo Carro ante el Sporting (0-0).