El Albacete empató ayer con el Sporting de Gijón con un gol en los últimos minutos del partido, un tanto anotado por Zozulya en fuera de juego y en el minuto 85 que equilibraba un marcador que habían inaugurado los sportinguistas por medio de Djurdjevic en el minuto 23 de juego. Un resultado que permite a los manchegos acumular ya doce partidos consecutivos sin perder y se colocan a uno de la marca del Deportivo, que permaneció trece jornadas consecutivas sin conocer la derrota. El próximo domingo ambos equipos -Deportivo y Albacete- inaugurarán la segunda jornada de Riazor.

Fue un doloroso empate para el Sporting; más que por los dos puntos perdidos por la forma en la que se produjo el empate de los manchegos, en un remate de Zozulya en posición antirreglamentaria que vino a culminar los minutos de mayor empuje del Albacete.

El resultado pudo haber sido aún peor si Mariño no hubiera sacado una magnífica mano a disparo cercano de Bela a la media vuelta cuando el tiempo estaba a punto de cumplirse. Fue la jugada que salvó a los gijoneses y que evitó que el equipo de Luis Miguel Ramis accediese al liderato, en detrimento del Granada.

Un empate final que puede considerarse justo, si solo se observa el juego desplegado, tras una primera parte en la que fue mejor el Sporting y una segunda en la que los manchegos fueron superiores pero que deja un regusto muy amargo en los gijoneses por la forma en la que los locales consiguieron la igualada.