Una veintena de aficionados del Mallorca y del Deportivo se vieron implicados en varias peleas antes y después del encuentro del pasado sábado en Son Moix. Agentes de la Policía Nacional intervinieron para disolver los bandos de los contendientes y evitar que se causaran lesiones más graves. Los incidentes fueron denunciados a la Comisión antiviolencia y a la Delegación del Gobierno en Baleares y podrían acarrear una sanción a los implicados cuya cuantía mínima es de 3.000 euros.

El primero de los incidentes tuvo lugar sobre las 19.45 horas del sábado en las inmediaciones del estadio Son Moix. En esos momentos se produjo una violenta pelea entre aficionados de ambos equipos. Varios hinchas del equipo gallego resultaron heridos leves. Las víctimas aseguraron que habrían sido increpados por seguidores del Mallorca. Los agresores justificaron el ataque por hechos ocurridos en el pasado.

Una vez que finalizó el partido, efectivos de la Policía Nacional acompañaron a los aficionados del Dépor para evitar que se repitieran los incidentes. No obstante, al encontrarse con los seguidores del Mallorca se produjo una confrontación verbal. Entre ambos se intercambiaron insultos y amenazas.

Sobre las 00.30 horas del domingo, los hinchas del Mallorca y del Dépor se enfrentaron de nuevo en las inmediaciones del estadio balear. Los contendientes se propinaron patadas y puñetazos de forma muy violenta. A continuación, se activó una rápida intervención policial y dispersaron a ambos grupos, ya que habían mostrado una gran agresividad.

Los agentes identificaron a una veintena de aficionados de ambos equipos que habían participado en la reyerta. Esta incidencia ha sido notificada a la Comisión antiviolencia y les propusieron para sanción. También hicieron llegar la denuncia a la Delegación del Gobierno en Baleares. Los hechos pueden ser constitutivos de una infracción grave de la Ley del Deporte, que acarrean una sanción mínima de 3.000 euros.