Empieza la segunda vuelta y cada partido tiene un valor extra, sobre todo cuando se trata de enfrentamientos directos como el que el Deportivo afrontará mañana en Riazor frente al Albacete, actualmente segundo en la tabla y, por lo tanto, en zona de ascenso directo. A ella aspira el equipo coruñés, consciente de la importancia de sacar adelante el duelo ante los manchegos para enterrar la racha negativa de tres jornadas sin ganar ni marcar. Eneko Bóveda, uno de los capitanes, considera que se trata de un compromiso con una "trascendencia especial" porque se avecina un duelo directo y, sobre todo, porque al Dépor le urge volver a ganar para salir del bache. "Es un partido especialmente importante, por el momento, en el que todos tenemos esa rabia por cortar esa negatividad que se genera por los malos resultados, y también por el rival que es. Sí me parece un partido de especial trascendencia", afirma el vasco.

En la jornada inaugural el Deportivo estuvo a punto de regresar del Carlos Belmonte con los tres puntos bajo el brazo, pero un penalti muy riguroso señalado por el colegiado Pizarro Gómez a cinco minutos del final propició el empate definitivo del Albacete (1-1). Media temporada después, ambos equipos vuelven a cruzarse, esta vez en Riazor, donde disputarán un duelo clave en la zona de privilegio. La escuadra manchega, dirigida por el exdeportivista Luis Miguel Ramis, está siendo la gran revelación de Segunda al haber llegado al ecuador del campeonato en puestos de ascenso directo con 39 puntos, tres más que el Deportivo. Eso significa que en caso de victoria local el equipo coruñés superaría al Albacete en la tabla e incluso podría colocarse segundo si el Lugo da la sorpresa y gana en Málaga. En cualquier caso, Bóveda está convencido de que el rival de mañana estará metido hasta el final en la pelea por los puestos de cabeza: "Por la trayectoria regular que tiene es capaz de ganar en casa y fuera. Te esperas que vaya a estar arriba hasta final de temporada".

Individualidades en horas bajas

Con solo una victoria en las últimas seis jornadas, el Deportivo echa de menos la aportación de futbolistas determinantes que brillaron hace meses y que últimamente han bajado sus prestaciones. Carlos Fernández, por ejemplo, se perdió varias jornadas por lesión, aunque no tantas como Fede Cartabia, y Quique González no es el mismo de principios de temporada. Tampoco Vicente Gómez, muy lejos del nivel que ofreció en sus primeras actuaciones con la camiseta blanquiazul. Son algunos casos de futbolistas llamados a encabezar la reacción del Dépor ahora que empieza la segunda vuelta. "Un equipo es la suma de todos: cuando muchos están en un momento bueno, el equipo está en buen momento; cuando muchos estamos en un momento de atasco, más espeso, el equipo se resiente", razona Bóveda.

La plantilla es la misma que ganó con solvencia varios partidos en el primer tercio de campeonato, sobre todo en el estadio de Riazor, así que el defensa vasco entiende que hay que confiar en los que están y no pensar demasiado en posibles refuerzos en el mercado invernal. "Justo nos pilla el mal momento en el que todos parecemos un pelín peores de lo que éramos y parece que todos los que vayan a venir van a ser muchísimo mejores de los que estábamos. Hace cuatro meses estaríamos hablando de que aquí no tiene sitio ni dios. No hay que volverse locos. Somos críticos y ambiciosos. Sabemos que no hemos jugado buenos partidos últimamente pero el equipo es muy bueno, lo ha demostrado, y tengo toda la fe del mundo en que vamos a volver a demostrar que somos muy buenos y vamos a cumplir nuestros objetivos". El más inmediato es ganar mañana al Albacete para embolsarse tres puntos que tendrían un valor extra para el Deportivo.