El nombre de Nahuel Leiva es el que mayor protagonismo cobró en los dos últimos días en la plaza de Pontevedra. Argentino de Rosario (22 noviembre de 1996) y con nacionalidad española, el exterior zurdo es el primero que podría incorporarse a la plantilla blanquiazul -tal como anunció ayer LA OPINIÓN- en el mercado de invierno que se cerrará esta medianoche. Pertenece al Villarreal aunque inició la temporada en el Olympiakos, donde apenas tuvo el protagonismo que había adquirido la pasada campaña en el Barcelona B, equipo en el que jugó también a préstamo. La confirmación del traspaso de Carles Gil al fútbol de Estados Unidos pudo acelerar la llegada del internacional sub 21, aunque anoche el Deportivo todavía no estaba en disposición de asegurar su incorporación al equipo de Natxo González.

Pendientes de la firma del hispano-argentino, el cuadro coruñés está tratando de cerrar la llegada de un segundo futbolista. De la lista se cayó Unai López, puesto que el jugador del Athletic parece que está interesado en regresar al Rayo Vallecano, equipo en el que destacó la pasada temporada. En principio el Athletic prefería otra opción distinta a la de Vallecas, de hecho le ofreció otra posibilidad más en Segunda además de la del Deportivo, pero el jugador insiste en su marcha a Vallecas. Su postura llevó a los técnicos blanquiazules a tratar de concretar otra opción, contando con la llegada de Nahuel Leiva, que se da prácticamente por hecha.

Sería el recambio de Carles Gil (noviembre, 1992) que se convirtió ayer en exfutbolista del Deportivo tras confirmarse su marcha al New England Revolution de la MSL de Estados UnidosCarles Gilexfutbolista del DeportivoNew England Revolution MSLEstados Unidos. Fue el equipo norteamericano el primero en anunciar el fichaje del atacante valenciano, un secreto a voces que, de alguna forma, confirmó David Simón en la rueda de prensa matinal en Abegondo, donde ya no había estado el mediapunta. El lateral canario aseguró que su ya excompañero les había enviado "un mensaje" toda vez que no había podido despedirse directamente. Sin Gil en Abegondo y las palabras de Simón solo faltaba que los clubes hiciesen oficial la operación.

La marcha de Carles Gil estaba cantada desde hace algo más de tres semanas cuando dejó de entrar en las convocatorias de Natxo González. El último partido del valenciano fue el 6 de enero frente al Lugo en Riazor; desde ahí dejó de estar en la lista para los encuentros contra el Mallorca, Albacete y Sporting de Gijón. Gil llegó al Deportivo durante el verano de 2016 en calidad de cedido por el Aston Villa; tras ese primer año el club blanquiazul decidió renovar la cesión, pero ya con una opción de compra que los coruñeses hicieron efectiva a cambio de 1,5 millones de euros y se quedó en propiedad con el jugador al inicio del curso 2017-18, con el cuadro coruñés todavía en Primera División.

Una vez consumado el descenso a Segunda, el valenciano decidió continuar defendiendo la camiseta deportivista y esta temporada participó en 18 partidos, doce como titular y seis saliendo desde el banquillo, con un rendimiento bastante discontinuo. Su presencia en las alineaciones del cuadro blanquiazul, habitualmente por detrás de los dos delanteros, dejó muchas dudas en cuanto a su rendimiento, lo mismo que había sucedido en las dos campañas anteriores, a pesar de su calidad. La posibilidad de mejorar deportivamente -su entorno llegó a comentar que tenía ofertas de Primera División- y la propuesta concreta del New England facilitaron su salida, toda vez que el club ingresará alrededor de dos millones de euros y además "se reserva derechos económicos sobre futuras operaciones", según anunció en su página web.