- ¿Esloveno o bosnio?

-Nací en Eslovenia porque mis padres se marcharon allí por temas de seguridad por la guerra que había en mi país, pero solo estuve allí tres meses.

- ¿Tiene algún recuerdo de la guerra?

-Por suerte no. Terminó cuando yo tenía tres años y no me acuerdo de nada. Tuve una infancia normal.

- ¿Siempre le gustó el baloncesto?

-Pues la verdad es que iba para futbolista. Con 14 años me llamaron para jugar con el primer equipo de segunda división, el más joven de la historia de la liga. Pero un día vi un cartel de una escuela de baloncesto y pensé que como era un poco más alto que los demás, debería ir a probar. Pero era mejor en fútbol. Por lo menos antes de ponerme tan alto.

- Con su altura, parece predestinado a la canasta.

-Por la calle siempre lo escucho: "¡Qué alto! Seguro que es jugador de balonceso". Pues sí, con 2,07 qué voy a hacer, no iba a ser profesor.

- ¿Le gusta A Coruña?

-De A Coruña me gusta todo. Me decían que el clima era malo, pero en Bosnia ahora están a menos diez grados. Así que el de aquí me parece buenísimo.

- ¿Qué hace en el tiempo que le queda libre?

-Dormir, soy un tío que duerme mucho. El resto del tiempo estoy con los compañeros, jugamos a la Play Station, vamos a Marineda, vemos una peli... pero tampoco hay tanto tiempo libre.

- No tiene problema con el idioma, habla muy bien el español.

-Ya llevo cuatro años en España. Además en Bosnia, cuando tenía siete años, veía telenovelas con mi madre y aprendí muchísimo. Cuando vine, ya era fácil. No tengo vergüenza. Ya sé que hablo mal y le pido a Pablo Ferreiro que me vaya corrigiendo

- Lo siguiente, gallego.

-Del vasco ya aprendí cinco palabras. Es muy difícil. Ahora lo que me gustaría es aprender francés.