El diagnóstico de Natxo González después del decepcionante empate ante el Nàstic de Tarragona fue que su equipo había sido demasiado "paciente". El Deportivo volvió a ser ese conjunto autocomplaciente con la pelota que ya se había atisbado contra el Lugo y el Tenerife con idéntico resultado al de ayer y en el mismo escenario, acostumbrado hasta no hace mucho a saborear solo victorias.

Ahora lo que se ha convertido en rutina, sin embargo, son las actuaciones planas de un equipo que tampoco destaca por su puntería en la portería contraria. Dentro de esa partitura anodina, la única nota elevada la puso un joven debutante con la primera plantilla blanquiazul. Joni Montiel (Madrid, 1998) fue en algo más de veinte minutos todo lo que se esperaba de Fede Cartabia, apagado y sin chispa ayer contra el Nàstic.

El jugador cedido por el Rayo Vallecano, y sobre el que reposan buena parte de las opciones de permanencia del Fabril, puso el desparpajo y la verticalidad que echaba en falta el conjunto de Natxo González ante el colista.

Así se lo reconoció ayer el entrenador deportivista. "Estuvo muy bien, la verdad, muy buenos minutos", reconoció Natxo González. El técnico expuso que el joven madrileño mostró el repertorio que le llevó a debutar con 17 años en Primera División con el Rayo. "Nos ha dado continuidad y nos ha dado desborde. Es un jugador que genera sensación de que algo puede ocurrir", indicó el entrenador deportivista.

Casi al mismo tiempo que Natxo pronunciaba esas palabras, Montiel se marchaba a la carrera para unirse a la concentración del Fabril, que esta tarde se enfrenta al Salmantino en el Helmántico con el objetivo de afianzar su recuperación con Luisito al frente.

El partido de ayer contra el Nàstic también dejó una actuación convincente de Michele Somma. El italiano acompañó a Pablo Marí en el centro de la defensa debido a la sanción de Domingos Duarte y cuajó una actuación meritoria. Acompañó su desempeño defensivo con una buena predisposición para mover la pelota y apoyar a sus compañeros.