Al Deportivo le espera mañana por la tarde en La Rosaleda uno de esos partidos cuyas consecuencias pueden extenderse al conjunto de la temporada. No se trata de una final, como repiten desde la plantilla, pero sí de un compromiso trascendental para los intereses blanquiazules a final de curso. Enfrente estará un rival directo en la carrera por el ascenso con el que no conviene perder pie en la clasificación (una derrota dejaría al conjunto de Natxo González a cuatro puntos de los andaluces y con el golaveraje perdido) y otro de los grandes aspirantes junto a los deportivistas para regresar a Primera División. Alrededor del equipo, sin embargo, han aflorado en las últimas semanas algunas dudas, la mayoría de ellas provocadas por el decepcionante empate contra el Nàstic de Tarragona en Riazor de la jornada pasada. Natxo recuperará jugadores, pero se ha esforzado hasta el último día en guardar su cartas y un posible cambio de sistema.

EAlivio en la enfermería. El técnico deportivista, después de semanas haciendo malabares para cuadrar la convocatoria, recuperará para la visita a La Rosaleda a varios jugadores. A la defensa regresará Domingos Duarte, sancionado la semana pasada, pero el principal respiro lo tendrá en el centro del campo. Si ante el Nàstic tenía los justos para armar el once (Álex Bergantiños, Didier Moreno y Edu Expósito), mañana podrá contar con Vicente Gómez y probablemente también con Pedro Mosquera. El lesionado Krohn-Dehli y el castigado Matías Nahuel serán las únicas bajas, lo que abre el abanico de posibilidades del técnico de cara al encuentro ante el Málaga.

EA vueltas con el esquema. El Deportivo visitará La Rosaleda menos agobiado por las bajas, pero todavía condicionado por el planteamiento. Después de jugar con defensa de cinco, abandonar el rombo y emplear un dibujo para aprovechar las bandas en el ataque, no está claro el que empleará mañana Natxo. El técnico volverá a blindarse esta mañana en el último entrenamiento antes del encuentro para mantener en secreto el sistema. La posibilidad de que alinee a tres centrales aparece en el horizonte para La Rosaleda en un partido en el que probablemente el Málaga ceda la iniciativa a los deportivistas. Las posibles soluciones de Natxo, sin embargo, insisten en los cambios que desde finales del año pasado ha ido introduciendo en el esquema del equipo. De cambiar contra el Málaga, el técnico volvería a ajustar su planteamiento al contrincante, en este caso ante un rival directo.

EMargen reducido tras el empate contra el Nàstic. El conjunto blanquiazul se presentará en La Rosaleda obligado al menos a puntuar. El resbalón de la jornada pasada contra el colista en Riazor ha minimizado el efecto de la victoria en Granada y reducido el margen de error del que disponen los deportivistas mañana por la tarde en Málaga. Una derrota dejaría al equipo de Natxo en una posición delicada frente al resto de conjuntos de la parte alta de la clasificación y aumentaría las dudas.