Cristóbal Parralo, entrenador del Alcorcón, declaró ayer que el partido de esta jornada frente al Deportivo es "muy especial" porque tiene "mucho cariño" al equipo coruñés, al que llegó a dirigir la pasada campaña durante trece jornadas en Primera. Cristóbal, que lideraba el Fabril de forma brillante, asumió el cargo del primer equipo blanquiazul en octubre de 2017. Firmó un balance de dos victorias, tres empates y ocho derrotas en Liga y la eliminación en la Copa del Rey ante la UD Las Palmas hasta su destitución en febrero de 2018. "Es un partido muy especial. Es una ciudad y un club al que le tengo cariño y me trataron muy bien. Tengo la espinita clavada por no ayudar a que se salvara, pero esto es fútbol. Ahora voy con el rival y lo doy todo por mi club", dijo Cristóbal.

El Alcorcón, tras ganar a la UD Las Palmas la pasada jornada, es noveno en la clasificación de Segunda División con 41 puntos, a dieciocho del descenso y a tres de la sexta plaza que da derecho a disputar el play off. "Nuestro objetivo final es estar tranquilos, salvar la categoría y luego si podemos hacer algo más no renunciaremos a ello. El otro día necesitábamos tres puntos, nos han revitalizado y espero que eso sirva para coger confianza", declaró.

Tras esa victoria ante el cuadro canario, el técnico ve "bien" a su equipo, aunque "hasta que no se refrende en el partido no vale nada" "Esperamos un partido difícil, complicado, ante una afición que empuja y conozco bien. Tiene una plantilla fantástica y seguro que no va a ser fácil, pero nosotros estamos animados y con ganas de disputar un partido en un estadio bonito frente a un club importante. Son de esos partidos que uno no se quiere perder", concluyó el entrenador del Alcorcón, que comparte equipo técnico con los también exblanquiazules Javier Manjarín, su ayudante en el banquillo de Santo Domingo, y Luis Fandiño, el preparador físico.