Bajo una pancarta que rezaba O fútbol é das afeccións arrancó ayer el partido contra el Alcorcón en Riazor. El eslogan colgaba de la grada de Maratón Superior y era el acompañamiento a la protesta promovida por la Federación de Peñas y los Blues para quejarse por horarios como de ayer ante los madrileños. La afición estaba convocada para entrar al estadio con cinco minutos de retraso, con el partido ya comenzado. La idea tuvo una acogida desigual, pero se dejó notar en esos instantes iniciales del encuentro.

Aunque la mayor parte de los seguidores que ayer acudieron a Riazor ya se encontraban en sus asientos con el pitido inicial, sí que una parte secundó la protesta. Fueron principalmente los Blues los que dejaron su espacio reservado en el estadio vacío. Eso se dejó sentir de manera especial porque el campo enmudeció en esos cinco minutos en los que se reclamó el papel de los aficionados en el fútbol.

La protesta coincidió con el primero de los partidos en los que el club había solicitado a la afición su apoyo para empujar al equipo en un tramo del calendario en el que coincidirán tres compromisos seguidos en el campo blanquiazul. La asistencia estuvo dentro de la media de la temporada, afectada por un horario poco atractivo a pesar del festivo de hoy.

Durante toda la semana la Federación de Peñas Deportivistas hizo hincapié en que el partido de ayer empezase cinco minutos más tarde del horario oficial (entrar cinco minutos más tarde). Se trataba de retrasar el acceso a las gradas del estadio como protesta por los partidos que se disputan los lunes, que tanto perjuicio ocasionan a los seguidores. Una queja de las que no le gustan a Javier Tebas, presidente de LaLiga, que sanciona a los clubes que no ofrezcan un aforo determinado, sobre todo en aquellas localidades a las que las cámaras llegan de forma continua, sin embargo, sigue disponiendo de unas franjas horarias que llaman más a abandonar los campos que a llenarlos.

Antes del partido, Xulio Ferreiro, alcalde de A Coruña, descubrió una placa conmemorativa por las obras acometidas por el Concello, con la colaboración de la Deputación de A Coruña, y que significaron el cambio de las cubiertas del estadio coruñés. En el acto participaron también el presidente del conjunto deportivista, Tino Fernández, así como el deputado provincial de Deportes, Antonio Leira.